AFRICA - “El mundo africano no queda ya reducido dentro de los límites geográficos de un continente, por ello, queremos tener compromisos apostólicos fuera de África al servicio del mundo africano y estar presentes allí donde se tomen decisiones importantes económicas o políticas que afecten al continente africano” afirma la nueva Superiora General de las ‘Hermanas Blancas’

miércoles, 16 noviembre 2005

Roma (Agencia Fides) - La hermana Maria Pilar Benavente Serrano, española, fue elegida el pasado mes de julio, Superiora General de las Misioneras de Nuestra Señora de África, conocidas como ‘Hermanas Blancas’, dedicadas a la evangelización del continente africano. Nacida el 6 de agosto de 1948 en Teruel (España), la nueva Superiora General ha sido misionera en Burkina Faso y Mauritania, asistente en el International Postulate de la Congregación; otra vez misionera en Algeria; de 1993 a 1999 ha sido Asistente General y de 1999 hasta el 2005 ha sido Asistente General y Secretaria General. La Agencia Fides le ha dirigido algunas preguntas

¿Cuántas hermanas constituyen actualmente la Congregación de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de Africa y qué es lo que aportan hoy según su carisma específico?
Nuestra Congregación la fundó el Card. Lavigerie en Argelia en 1869, un año depues que los Padres Blancos, Misioneros de África. Su intuición fue que en el mundo musulmán para el que nos formó en ese momento, el papel de las religiosas misioneras era muy importante como un complemento de la labor de los misioneros. Los hombres no podían entrar fácilmente en las casas, espacio reservado a las mujeres. Nos fundó con esa intención particular para ser enviadas para las mujeres musulmanas y para la primera evangelización de Africa. Nuestro campo exclusivo de evangelización es pues Africa, atentas a sus problemas y comprometidas con su futuro. Nuestra modesta aportación especifica la podríamos definir como una presencia de Iglesia allí donde precisamente la Iglesia no está presente o es minoritaria, allí donde la gente no conoce a Jesucristo.
En la actualidad somos alrededor de mil hermanas y estamos en numerosos países de África del norte (Mauritania, Argelia y Túnez) Africa occidental,(Malí, Burkina Faso, Chad, Ghana) del este (Kenia, Uganda, Tanzania, Malawi, Mozambique, Zambia) y África Central (Ruanda, Burundi, Congo )

¿Cuáles son los principales problemas y desafíos que deben afrontar en el campo misionero?
Dentro de la Congregación yo diría que nuestro principal reto es la disminución de personal. Somos mucho menos numerosas que antes, y constituye un desafío como conservar un espíritu vivo, creativo en una situación de disminución y no dejarnos aplastar por ello. Este fue también uno de los temas del capitulo como recuperar la vitalidad en una congregación que disminuye
En cuanto a los retos de la misión por un lado nos encontramos con los que viene sobre todo de la globalización de este mundo. Vivimos en un mundo muy complejo, muy complicado donde la presencia misionera aunque sea muy local y sencilla, recibe todas las influencias y corrientes que existen en este mundo. Otros retos son los que nos viene de los problemas a los que nos enfrentamos continuamente como son diferencias entre grupos religiosos diversos, problema de la violencia, racismo entre grupos étnicos...

¿Cómo es vuestra relación con el mundo musulmán y con las otras religiones?
El mundo musulmán que forma parte esencial de nuestro carisma constituye también hoy un reto. Dentro de la Congregación intentamos formar a las hermanas al dialogo interreligioso. Esto puede consistir en algunos casos en estudiar el Islam, estudiar árabe, formar al dialogo con las religiones tradicionales africanas. Todo lo cual constituye un primer desafío a nivel de preparación. En cuanto a la acción sobre el terreno hay dos aspectos muy diferentes. En muchos sitios vivimos experiencias muy positivas de encuentro interreligioso que se concreta en una colaboración amigable, trabajo común para el bien de la sociedad civil pero a la vez somos conscientes de que existen conflictos, muchos de los cuales no son propiamente religiosos pero se apoyan en la diferencia religiosa para agudizarlos. Allí precisamente queremos estar presentes para promover el dialogo y, en la medida de lo posible, mejorar las relaciones.

¿Cuáles han sido los temas principales tratados en el capitulo y que ha supuesto este capitulo para la Congregación?
El Capitulo tuvo como lema “Construir y celebrar nuestra comunión para la misión”. Estas han sido pues las dos palabras claves: misión y comunión. ‘Misión’ que es nuestra desde el principio pues somos una Congregación misionera. Por ello, hemos buscado definir claramente nuestro carisma, pero con una comprensión nueva. Y ‘comunión’ tanto dentro como fuera de la Congregación. En un principio todas éramos de origen occidental pero ahora existen hermanas de otros continentes como África. La comunión por ello, dentro de la Congregación es una invitación a vivir el evangelio. Hemos reflexionado sobre como expresar esa comunión en una congregación que es multicultural. Y fuera de la Congregación hemos hablado sobre como vivir los distintos tipos de ministerios desde la comunión.
Otro de los grandes temas tratados en el capitulo ha sido precisamente sobre como comprender hoy nuestro carisma exclusivo para África porque en la actualidad la globalización, el fenómeno de la emigración, relaciones internacionales desde el punto de vista político, la universalidad de la Iglesia... son todos factores que hacen que el mundo africano no queda ya reducido dentro de los límites geográficos de un continente. Seguimos considerándonos exclusivamente para África y continuamos siendo enviadas a África pero con una nueva comprensión de los que es África. Por ello, queremos tener compromisos apostólicos fuera de África al servicio del mundo africano y estar presentes allí donde se tomen decisiones importantes económicas o políticas que afecten al continente africano. Otro de los puntos de nuestro carisma y que hemos tratado ampliamente en el capitulo es el encuentro con los musulmanes. Vemos la importancia de realizar un encuentro interreligioso, que es como una garantía para poder construir la paz y justicia. Favorecer también esta comunión entre todos los humanos. (RG) (Agencia Fides 16/11/2005 Líneas: 77 Palabras: 962)


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