VATICANO - El domingo en San Pedro la Beatificación de Charles de Foucauld, Maria Pia Mastena y Maria Crocifissa Curcio

jueves, 10 noviembre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El próximo domingo, 13 de noviembre, el Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos, Cardenal José Saraiva Martins, presidirá la Concelebración Eucarística en el altar de la Confesión en San Pedro y, por encargo del Santo Padre Benedicto XVI, dará lectura a la Carta apostólica con la que el Papa inscribe en el registro de los Beatos a tres Siervos de Dios: Charles de Foucauld, presbítero (1858-1916); Maria Pia Mastena, virgen (1881-1951); Maria Crocifissa Curcio, virgen (1877-1957). Al término de la celebración el Santo Padre llegará a la basílica y, después de haber venerado las reliquias de los nuevos Beatos en el altar de la Confesión, dirigirá un saludo a los presentes e impartirá la Bendición apostólica.
Charles de Foucauld (Hermano Carlo de Jesús) nace en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858. Huérfano a los 6 años, creció con su abuelo, del que sigue la carrera militar. En la adolescencia se aleja de la fe. Durante una exploración en Marruecos, el encuentro con la fe de los musulmanes despierta en él el interrogante sobre la existencia de Dios. Cuando regresa a Francia, comienza a buscar, ayudado por un sacerdote. En octubre de 1886, a los 28 años, encuentra la fe. Una peregrinación a Tierra Santa le revela su vocación: seguir e imitar a Jesús en la vida de Nazareth. Vive 7 años en la Trapa, primero en Nuestro Señora de las Nieves y luego en Akbès en Siria. Luego vive sólo, en la oración, adoración, en gran pobreza, en las Clarisas de Nazareth. Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) se va en el desierto argelino del Sahara, viviendo una vida de oración, meditando continuamente la Sagrada Escritura, y de adoración, en el incesante deseo de ser, para cada persona el "hermano universal", viva imagen del amor de Jesús. Es asesinado la tarde del 1° de diciembre de 1916 por una banda de ladrones de paso.
Maria Pia Mastena nació a Bovolone (provincia de Verona) el 7 de diciembre de 1881, de padres cristianos y muy fervorosos en la práctica religiosa y en el ejercicio de la caridad. El 19 de marzo de 1891 recibe la Primera Comunión y emite privadamente el voto de castidad. Durante la adolescencia era asidua a las funciones religiosas y a las actividades de la parroquia, particularmente como catequista. A los 14 años pidió entrar en el convento, pero tan sólo fue aceptada su propuesta en 1901, como postulante en el instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona. El 24 de octubre de 1903 emitió los votos religiosos y le fue impuesto el nombre de Sor Passitea de Jesús Niño. Trabajó como profesora en varios lugares del Véneto, dedicándose también a un intenso apostolado entre los alumnos de todas las edades, enfermos y minusválidos. El 15 de abril de 1927 entró en el monasterio Cisterciense de Veglie, para favorecer su anhelo contemplativo. El 15 de noviembre de 1927 salió del Monasterio, retomando la enseñanza y fundó una nueva Congregación: las Religiosas del Santo Rostro. Toda su actividad siguiente estuvo dedicada a la consolidación y expansión de la Congregación, promoviendo nuevas iniciativas para los pobres, sufrientes y enfermos. El 28 de junio de 1951 murió en Roma.
Maria Crucificada Curcio, nace en Ispica (Rg) el 30 de enero de 1877, séptima de diez hijos. Manifiesta inteligencia viva, carácter alegre, determinado, y una sobresaliente tendencia a la solidaridad hacia los más débiles y marginados. Entre los libros de la biblioteca familiar encuentra la vida de Santa Teresa de Jesús, que le hace conocer y amar el Carmelo. En 1890, a los 13 años, se apunta al tercera Orden Carmelitana. Queriendo compartir el ideal de un Carmelo misionero que una a la dimensión contemplativa la específicamente apostólica, comienza una primera experiencia de vida común con algunas compañeras terciarias. Después de muchos años de pruebas y dificultades, viene a Roma para la canonización de S. Teresa del Niño Jesús y visita la localidad de Santa Marinella, al Norte de Roma: queda impresionada de la belleza natural y la extrema pobreza de sus habitantes, por lo que decide establecerse allí. En 1930 el pequeño núcleo es erigido como congregación de las Carmelitas Misioneras de S. Teresa del Niño Jesús. Realiza su anhelo misionero en 1947 cuando envía las primeras cuatro religiosas a Brasil. Muere el 4 de julio de 1957. (S.L) (Agencia Fides 10/11/2005 - Líneas: 49 Palabras: 571)


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