AMERICA/ARGENTINA - "En este mundo globalizado se abren en el tercer milenio ansias muy grandes de trascendencia". Habla el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional Hombres Católicos

miércoles, 9 noviembre 2005

Buenos Aires (Agencia Fides) - El compromiso social del hombre en un mundo globalizado ha sido el tema del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional Hombres Católicos que se desarrolló en octubre en Buenos Aires.
En el encuentro participaron delegaciones procedentes de 17 Países: Austria, Alemania, Luxemburgo, Eslovaquia, Croacia, Kenia, Nigeria, Etiopía, Francia, Corea, México, Perú, Paraguay, Irlanda, Comunidad polaca en Gran Bretaña, Italia, Argentina.
"Vivimos en una época histórica compleja, contradictoria, portadora de fermentos sociales y simultáneamente reveladora de profundas aspiraciones humanas que evidencian el signo concreto de una búsqueda de sentido y calidad de vida. Este anhelo - ha afirmado Mons. Tino Mariano, asistente eclesiástico - no debe ser asumido solamente en una visión sociológica; es una verdad sobre el hombre que debe ser investigada, profundizada, sostenida en clave antropológica según la concepción global de la vida en sus dimensiones humano-espirituales y trascendentales."
La primera relación corrió a cargo de Don Jorge Luis Lagazio, secretario ejecutivo de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, que, con su intervención sobre "El compromiso social en el Magisterio de la Iglesia", ha subrayado en particular las oportunidades que existen para los laicos de compromiso y testimonio. El embajador Vicente Espeche Gil, en su intervención sobre "El empeño social del hombre en un mundo globalizado", ha subrayado como la globalización, con su proceso de simplificación y complejidad, debe ser acogida como un signo de los tiempos. Esta nueva fase de relaciones internacionales presenta oportunidades que antes no existían. A los cristianos toca la tarea de discernir los aspectos que son conformes al Evangelio y los que son disconformes, como hace el dueño de casa que separa el trigo de la cizaña (cfr Mt 13, 24-30).
Estos mismos conceptos fueron evidenciados por Mons. Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, que en la homilía que tuvo el 7 de octubre, afirmó entre otras cosas: "Creo que en este mundo globalizado y como término de todo lo que ha significado el esfuerzo de las ideologías, que gracias a Dios, mostraron su mentira a finales del siglo pasado, se abren en el tercer milenio algunas ansiedades muy grandes de trascendencia. Creo que el mundo se está dirigiendo hacia el descubrimiento de la necesidad de Dios, la necesidad de abrirnos a este Ser que nos ha creado, y a partir de este hecho, buscar las soluciones para nuestro mundo actual".
El tema elegido por la iniciativa de Buenos Aires testimonia la voluntad de la Federación de solicitar, a través de los socios de las Asociaciones que se adhieren, una renovada acción social. Con la finalidad más amplia, como subrayaba y deseaba el telegrama enviado por Su Santidad Benedicto XVI, de suscitar "una renovada adhesión a Cristo y un testimonio evangélico cada vez mas vivo”.
Después de la experiencia de haber compartido las reflexiones sobre el tema del compromiso social del hombre en un mundo globalizado, el presidente Alejandro Madero subrayó en las conclusiones la importancia de que las organizaciones miembros de Unum Omnes den continuidad a todo lo tratado durante el encuentro para que el compromiso social sea una prioridad en la dimensión apostólica de los hombres católicos.
Un compromiso social que significa una decidida acción en la sociedad, ante todo en la familia, la educación, el trabajo, la ciencia, el deporte, la salud y sobre todo la política y la economía para impregnar estos ámbitos de los valores evangélicos y transformar de este modo la sociedad.
Un instrumento importante para todo esto es indudablemente el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que debe ser difundido y promocionado sobre todo en los países donde no es conocido. (L.M) (Agencia Fides 9/11/2005 Líneas: 50 Palabras: 632)


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