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Medellín (Agencia Fides) – “La educación a la paz no es un elemento extrínseco o accidental, sino íntimamente unido a la misión evangelizadora de la Iglesia como maestra de pueblos y experta en humanidad” subraya el Presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, el Arzobispo Renato Martino, hablando al clero de la archidiócesis de Medellín en una etapa de su viaje pastoral en Colombia, después de la inauguración en Bogotá (5 de mayo) del II Congreso de reconciliación nacional, promovido por el episcopado local.
Interviniendo sobre el tema “La pastoral social y la reconciliación en tiempos de conflicto”, Mons. Martino dijo que –según la enseñanza de Pablo VI y de Juan Pablo II – “los nuevos nombres de la paz son justicia, desarrollo y solidaridad”. La pobreza y la marginación social representan para Mons. Martino uno de los mayores enemigos de la paz. El “no” a la guerra debe estar acompañado del compromiso por la justicia social y por la defensa de la dignidad y la libertad humana. Educar para la paz presupone el reconocimiento de la unidad de la familia humana y del bien común planetario; significa educar para la justicia distributiva y social y hacia el respeto efectivo de los derechos de todo hombre y de todo pueblo; significa además formar para el diálogo y la aceptación y comprensión de las razones de los otros; comporta, por último, el gran empeño, tan arduo en sociedades conflictivas de la educación a la no violencia.
Objetivo de la educación a la paz, según el presidente del competente dicasterio vaticano, es también el de “restituir un alma ética en la política y la economía” con frecuencia demasiado guiada exclusivamente por el provecho y el lucro. La apertura a la justicia y a la solidaridad, por el contrario, darán un nuevo rostro a la economía, transformándola en un gran factor de paz.(PA) (Agencia Fides 8/5/2003 Líneas:25 Palabras: 326)
