AFRICA/UGANDA - "Los ataques de la guerrilla no nos impiden continuar asistiendo a más de 700.000 personas" dice el responsable de la asociación Voluntarios para el Servicio Internacional del Norte de Uganda

sábado, 5 noviembre 2005

Kampala (Agencia Fides) - “No hemos huido, pero ciertamente hemos tenido que tomar algunas precauciones que enlentencen nuestro trabajo" dice Filippo Ciantia, responsable de la oficina AVSI (Asociación Voluntarios por el Servicio Internacional) de Kampala, en Uganda, dónde en las últimas semanas se han intensificado los ataques de la guerrilla del LRA, (Ejercito de Resistencia del Señor), contra las organizaciones humanitarias internacionales.
Los episodios más graves tuvieron lugar el 27 de octubre cuando en las emboscadas perdieron la vida dos trabajadores humanitarios de Caritas y de la Agencia de cooperación para el desarrollo (ACORD). También al sur de Sudán, dónde la guerrilla ugandesa tiene sus bases ha habido ataques en los cuales han muerto otros dos trabajadores humanitarios.
"La intensificación de los ataques contra las organizaciones humanitarias del LRA no ha encontrado todavía una explicación" - dice Ciantia - "en el pasado hubo otros ataques, con muertos y heridos. Lo que asombra ahora es su intensificación que hace pensar en la adopción de una estrategia precisa, pero no hay pruebas de que el jefe del LRA, Kony, haya dado alguna orden de este tipo".
Ahora nos vemos obligados a trabajar adoptando particulares medidas de cautela, dirigidas a preservar la incolumidad de nuestros trabajadores y al mismo tiempo a asegurar el mantenimiento de nuestros compromisos humanitarios" dice el responsable del AVSI.
"En el Norte de Uganda, el AVSI, que trabaja en la zona desde hace 20 años, asiste a más de 700.000 personas. En particular ofrecemos apoyo a los 6 hospitales del área, proveemos asistencia a 15 campos de refugiados y tenemos una serie de proyectos en el campo de la educación" recuerda Ciantia.
El conflicto en el Norte de Uganda ha provocado al menos 100.000 muertos, 25.000 niños secuestrados y 1,6 millones de personas, en la práctica casi toda la población civil, obligada a abandonar aldeas y tierras cultivables para buscar refugio en campos de refugiados dónde falta lo indispensable para sobrevivir, y a menudo en manos de las sangrientas incursiones del LRA.
"Como ha afirmado en diversas ocasiones Mons. John Baptist Odama Arzobispo de Gulu, la solución militar como la judicial, por medio de una Corte Penal internacional que juzgue a los jefes del LRA, no parece por sí sola capaz de poner punto final a las violencias. Haría falta por el contrario, pensar en soluciones que integren a los guerrilleros en la sociedad civil" dice Ciantia. "La mayor parte de los guerrilleros son los niños que fueron secuestrados hace 5-10 años y obligados a alistarse a la fuerza en las filas de la guerrilla" añade un misionero que desde hace años trabaja en la zona. "Es una guerra combatida por niños contra otros niños en medio de la indiferencia general" concluye el misionero. (L.M) (Agencia Fides 5/11/2005 Líneas: 37 Palabras: 486)


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