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Vicenza (Agencia Fides) - La tarde del domingo 6 de noviembre, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santo, Card. José Saraiva Martins, presidirá en la Catedral de Vicenza, la liturgia de Beatificación de Eurosia Fabris (1866-1932), conocida como "mamá Rosa."
Nacida en una familia de campesinos, Eurosia sólo frecuentó las primeras dos clases elementales teniendo que ayudar a los padres en los trabajos del campo. Aprendió de todas formas a leer y escribir los textos sagrados o de argumentos religiosos como el catecismo y la historia sagrada. A los doce años recibe la Primera Comunión. Desde ese día se acercaba al sacramento eucarístico en todas las fiesta religiosas, pues todavía no se practicaba la comunión diaria. Inscrita a la asociación de las Hijas de Maria, era asidua a las reuniones y observaba los estatutos con diligencia. Tenía entre sus devociones particulares el Espíritu Santo, el Pesebre, el Crucifijo, el Tabernáculo, la Virgen Santísima, las almas del Purgatorio. Era un apóstol en familia, entre las amigas y en la parroquia, dónde daba catequesis a las niñas además de a las jóvenes que frecuentaban su casa para aprender el arte del corte y confección, que aprendió de su madre.
En 1885 una joven esposa, vecina suya, murió, dejando tres hijas en tierna edad, de las cuales una no sobrevivió mucho tiempo. Durante seis meses, todas las mañanas, Rosina, como la llamaban en casa, iba para atender a esas criaturas y a ordenar la casa. Luego siguiendo el consejo de los familiares y del párroco, después de haber rezado intensamente, aceptó casarse con el padre de las niñas, que se había quedado viudo, consciente de los sacrificios que iba a encontrar. El matrimonio se vio alegrado por el nacimiento de nueve hijos, a los que las que se añadían las dos niñas huérfanas y otros acogidos en la casa, entre ellos, Manso Mazzucco, que más tarde entró en la Orden de los Frailes Menores. A todos "Mamá Rosa", como era llamada después de casarse, daba afecto, premura, sacrificios y una sólida formación cristiana. Tres de sus hijos fueron sacerdotes y otra se hizo religiosa.
Su vida conyugal se caracterizaba por profunda comunión con el marido, tierno amor hacia todos los hijos, capacidad de trabajo fuera de lo normal, atención a los pobres y enfermos, intensa vida de oración. Entró a formar parte de la Tercera Orden Franciscana, frecuentando sus reuniones, pero sobre todo viviendo su espíritu en pobreza y alegría. La familia de mamá Rosa era una pequeña Iglesia doméstica dónde ella supo enseñar a los hijos la oración, la obediencia, temor de Dios, sacrificio, laboriosidad y todas las virtudes cristianas. En esta misión de madre cristiana, Mamá Rosa se sacrificó y consumó con un lento pero continuo desgaste, día tras día. Murió el 8 de enero de 1932. (S.L) (Agencia Fides 5/11/2005, Líneas: 34 Palabras: 498)
