AFRICA/ERITREA - Nuevas tensiones militares entre Etiopía y Eritrea. De fondo el fundamentalismo islámico

jueves, 3 noviembre 2005

Roma (Agencia Fides) - "Una posible clave de lectura de las nuevas maniobras militares en la frontera entre Etiopía y Eritrea es la que ve un régimen que trata con dificultades dentro del País, de desplazar la tensión hacia un enemigo externo" dice Federico Battera, Investigador en la cátedra de Historia de África en la universidad de Trieste, comentando la alarma lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, sobre nuevos movimientos de tropas en la frontera entre Etiopía y Eritrea. Annan ha exhortado a los dos Países a suspender inmediatamente toda acción que pudiera ser interpretada en un sentido negativo o poner en peligro los acuerdos en materia de seguridad decididos en el cuadro del plan de paz.
"El régimen de Eritrea y su Presidente, Isaias Afewerki, aparece cada vez más aislado dentro del plan interior, dónde ha impuesto un estrecho control sobre la población" afirma Battera. "La oposición eritrea es bastante variada: hay numerosas tendencias y posiciones políticas. En este contexto, algunos observadores exteriores pueden estar preocupados por una eventual consolidación del extremismo islámico en el País. Según mi parecer, el problema se encuentra de momento en el Norte de Eritrea donde actúan grupos armados integristas que tienen base en la confinante Sudán. No creo que en el resto de Eritrea el fundamentalismo sea, de momento, muy seguido”.
"Pero habría que considerar" - añade el investigador - "la influencia ejercida por los fundamentalistas en los campos de refugiados dónde viven desde hace años millares de eritreos que se han refugiado en Sudán. Existe el peligro de que los jóvenes hayan recibido una educación impartida por exponentes fundamentalistas, y por lo tanto, podríamos encontrarnos ante una generación que ha sido educada por integristas islámicos con todas las consecuencias que de ello se podrían derivar para el futuro del País y para todo el Cuerno de África. Otro factor a tener presente es la gran capacidad financiera de las organizaciones extremistas. En un País pobre como es Eritrea este hecho puede tener un impacto desestabilizador".
En esta situación, algunos observadores señalan que están en constante aumento los eritreos que buscan refugio en Europa.
Etiopía y Eritrea se vieron envueltos en una sangrienta guerra fronteriza entre 1998 y el 2000, que provocó al menos 100.000 muertos. Las hostilidades cesaron en el 2000 con un acuerdo en Argel que confió a una comisión internacional independiente la demarcación de la frontera. Para vigilar el alto al fuego entre los países, las Naciones Unidas desplegaron una fuerza militar denominada UNMEE (Misión de las Naciones Unidas en Etiopía y Eritrea) compuesta por 4.200 militares provenientes de 44 países de todos los continentes.
Recientemente, sin embargo, Eritrea ha decidido prohibir el espacio aéreo a los helicópteros de la ONU y ha limitado los movimientos en tierra de los Cascos Azules. En una carta enviada la semana pasada al Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, el Presidente Afewerki acusa a la organización de haber perdido credibilidad por no haber logrado hacer respetar en Etiopía el orden de dejar la ciudad de confín de Badme, asignada a Eritrea por la comisión instituida en el cuadro del acuerdo de paz. (L.M)(Agencia Fides 3/11/2005 Líneas: 40 Palabras: 539)


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