ASIA - Los obispos de Asia: afrontar con firmeza la crisis de los Rohingya

lunes, 18 febrero 2019 refugiados   migrantes   violencia   cáritas   justicia   rohingya  

Cox's Bazar (Agencia Fides) - Es urgente que la comunidad internacional se comprometa a encontrar una solución diplomática a la crisis de los refugiados Rohingya que huyeron de Myanmar a Bangladesh. Esto es lo que pide la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) después de que una delegación de 40 representantes de la Iglesia Católica de once países de Asia visitara en los últimos días los campos de refugiados de los Rohingya en Bangladesh, en la localidad de Cox's Bazar, en el distrito de Chattogram, en la frontera entre Bangladesh y Myanmar. Como la Agencia Fides lo pudo conocer, la visita fue programada dentro de la conferencia internacional enfocada en dos temas principales: el tema de los refugiados y la energía renovable, analizados en el contexto asiático. La iniciativa se llevó a cabo del 11 al 17 de febrero en Cox's Bazar por la Oficina de Desarrollo Humano (ODH) de la FABC en colaboración con la Comisión Episcopal de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Bangladesh (CBCB, por sus siglas en inglés) y la Red de Justicia y Paz en Asia y el Pacífico (APJPWN, por sus siglas en inglés).
Durante la conferencia, los delegados tuvieron la oportunidad de visitar a las personas desplazadas de los Rohingya en Kutupalong, Ukhia, Cox's Bazar, de interactuar con algunos de ellos y de escuchar sus problemas y preocupaciones. "La comunidad internacional está llamada a unirse en una sola voz para ayudar a los refugiados Rohingya y encontrar una solución a esta crisis", dijo el obispo Allwyn D'Silva, auxiliar de la Arquidiócesis de Bombay y secretario ejecutivo de la Oficina de Desarrollo Humano y Cambio Climático de la FABC.
"En unidad espiritual con el papa Francisco, que se reunió con 16 representantes de la comunidad Rohingya el 1 de diciembre de 2017, nosotros también nos sentimos profundamente conmovidos por sus historias y recordamos lo que dijo el papa: No cerremos nuestros corazones, no miremos para otro lado. La presencia de Dios, hoy, también se llama Rohingya", rememoró el obispo D'Silva.
"En esta visita, reconocimos la actitud de bienvenida del pueblo y del gobierno de Bangladesh que abrió las puertas y los corazones a los Rohingya. Agradecemos su cooperación con muchas personas de buena voluntad para responder a las necesidades inmediatas de los Rohingya desplazados. También vemos con beneplácito la generosa y profesional ayuda que la Iglesia católica de Bangladesh, a través de Caritas, presta a los refugiados Rohingya, con el apoyo de la red internacional de Caritas, junto con otras organizaciones religiosas, organismos de las Naciones Unidas y ONG", agregó el obispo.
"Somos conscientes de los problemas y obstáculos que plantea el alojamiento temporal de los desplazados Rohingya, así como de las dificultades que se plantean a las autoridades para responder con prontitud y eficiencia a las necesidades humanitarias, dada la magnitud de la afluencia masiva de personas. Nos preocupa especialmente la vulnerabilidad de muchas mujeres y niños y comprendemos las numerosas dificultades que afrontan las comunidades anfitrionas", señaló el prelado.
"No podemos dejar de expresar nuestra profunda solidaridad con los refugiados Rohingya. La comunidad mundial debe actuar unida para ayudarlos", añadió, por su parte, el padre Charles Irudayam, delegado de la India.
Más de 740.000 Rohingya huyeron de Myanmar hacia el vecino Bangladesh tras la violencia registrada en el estado birmano de Rakhine, donde residían, en 2016 y 2017. (SD) (Agencia Fides 18/2/2019).


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