ÁFRICA/SENEGAL - A un mes de las elecciones presidenciales los obispos piden calma y confiarse a Dios para actuar de la mejor manera

jueves, 24 enero 2019

Dakar (Agencia Fides) – “Invitamos a todos a la calma y la serenidad de cara a los problemas planteados por las próximas elecciones”, aseguran los obispos de Senegal, en un mensaje que fue presentado a la prensa por monseñor Benjamin Ndiaye, Arzobispo de Dakar, un mes antes de las elecciones presidenciales del 24 de febrero.

La víspera de la votación está siendo tensa debido a la controversia por la aprobación en abril de 2018 de la ley de “patrocinio” que establece que cada candidato presente su candidatura acompañada de las firmas de al menos 65.000 personas registradas en las listas de votantes (igual a 1 % del cuerpo electoral). La ley fue aprobada por el Parlamento a pesar de las críticas de la oposición, que asegura que la disposición se introdujo para posibilitar la reelección del presidente saliente Macky Sall.

El mensaje de la Conferencia Episcopal se publicó el 22 de enero, dos días después de que el Consejo Constitucional publicara la lista final de candidatos para las elecciones. De las 27 candidaturas avaladas que se presentaron, 22 fueron rechazados por el Consejo, dos de ellas fueron invalidadas por razones judiciales. Una es la de Karim Wade, hijo del ex presidente Abdoulaye Wade; y la otra es la de Khalifa Sall, el ex alcalde de Dakar. Ambos han estado involucrados en procesos judiciales y, sin embargo, cuentan con un gran apoyo de la población.

Ante las tensiones políticas, los obispos invitaron a todos a “acudir a Dios” para obtener la inspiración para actuar mejor. “Invitamos a todos los candidatos a dar prioridad, en sus programas, más allá de las rivalidades políticas, a un lenguaje que respete al otro y a la comunidad, la verdad, la justicia, la promoción del bien común, en interés de todos. Haciéndose eco del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, los obispos recordaron que “la buena política está al servicio de la paz”. Esto significa rechazar “la corrupción, la negación de derechos y la falta de respeto a las reglas de la comunidad, el enriquecimiento ilegal y la justificación del poder por la fuerza o bajo el pretexto de la razón de Estado”.
(L.M.) (Agencia Fides 24/1/2019)


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