ASIA/SINGAPUR - El arzobispo Goh: “Justicia para los migrantes, se ha de construir la unidad en nombre de Cristo”

miércoles, 10 octubre 2018 derechos humanos   dignidad humana   trabajo   migrantes   solidaridad   unidad  

Singapur (Agencia Fides) - Es necesario tratar a los inmigrantes, en el lugar de trabajo, “según los principios de equidad e igualdad, sin discriminación alguna”; y debemos encontrar y vivir la unidad en nombre de Cristo, dado que “la diversidad cultural es una riqueza”: este es el apelo lanzado por el Arzobispo de Singapur, Mons. William Goh, durante la celebración, en días recientes, de una misa especial dedicada a los migrantes, en la iglesia de la Transfiguración, según una tradición que se repite en la diócesis.

Antes del comienzo de la misa, el párroco, P. Joachim Chang, dio la bienvenida a los representantes de varias comunidades católicas migrantes, cada una con dones relacionados con su propia cultura. Alrededor de 3.000 fieles participaron en la celebración anual organizada por la Comisión Diocesana para el Cuidado Pastoral de los Migrantes e Itinerantes.

Según fue dado a conocer a la Agencia Fides, en su homilía el arzobispo Goh recordó: “Todos tenemos deseos en la vida. Pero la ambición puede ser perturbadora y la motivación personal puede ser egoísta. Debemos transformar esta ambición en vocacional, que es la llamada a servir a Dios y a la humanidad. Todos nosotros tenemos el deber de buscar y comprender nuestra vocación y de ayudar a los demás a cumplir su vocación de amor y servicio”.

En cuanto a la condición de los migrantes y de la dignidad en el lugar de trabajo, el arzobispo Goh hizo alusión al “abuso de los trabajadores por parte de los empleadores, algunos de ellos católicos. Honestamente, se me rompe el corazón cuando escucho hablar de estos abusos”; e instó a quienes desempeñan cargos influyentes en los puestos de trabajo a “hablar en nombre de quienes son tratados injustamente o discriminados”.

Después de la solemne Eucaristía, las diferentes comunidades de migrantes (de países como Sri Lanka, Indonesia, Filipinas y Vietnam, entre otros) mostraron expresiones artísticas típicas de su cultura. Todos agradecieron “la receptividad de la comunidad católica de Singapur”, dijo el Padre Joachim Chang a Fides. “Estos colores y lenguajes diferentes - destacó Conny Fernández, una voluntaria católica - nos recuerdan lo que significa ser católicos, especialmente en estos tiempos en los que las diferencias culturales o étnicas pueden constituir una barrera entre los hombres. Ellas, son en cambio, una riqueza. Estamos unidos en el nombre de Cristo, todos somos hijos de Dios”.
(SD) (Agencia Fides 10/10/2018)


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