ASIA/CAMBOYA - Las comunidades religiosas comprometidas a luchar contra la trata de seres humanos

jueves, 4 octubre 2018 trata de seres humanos   sociedad civil   iglesias locales   diálogo  

Phnom Penh (Agencia Fides) - “El tráfico de seres humanos es un crimen de lesa humanidad. Debemos unir nuestros esfuerzos para detener este crimen, que se ha vuelto cada vez más agresivo y amenaza no solo a los individuos, sino a los valores fundadores de la sociedad”. Así lo asegura a Fides Kim Rattana, directora ejecutiva de Cáritas Cambogia y representante del grupo de trabajo contra el tráfico de la subregión del Mekong. “Nuestra misión es trabajar por la eliminación de la trata de seres humanos, la promoción de la dignidad humana, la solidaridad mundial y la independencia de las personas en la región del Gran Mekong”, indica y subraya que “el fenómeno es cada vez más complejo”.

“Necesitamos que los ciudadanos sean más conscientes de los problemas relacionados con el tráfico de seres humanos y lo hacemos a través de exposiciones, videos, conferencias, oraciones interreligiosas, marchas, mensajes a través de internet”, explica Rattana, el día después del segundo Foro nacional interconfesional de Camboya, organizado en las últimas semanas y centrado en la lucha contra la trata de seres humanos. 1.700 personas, representantes del gobierno nacional y organizaciones religiosas participaron en el Foro. Los trabajaron en colaboración para hallar cómo combatir la trata y poner fin a la “esclavitud moderna”, señala Chou Bun Eng, vicepresidente de la Comisión Nacional para Combatir la Trata de Seres Humanos.

La colaboración incluye a la Comisión de Gobierno de Camboya, al Ministerio de Religiones y a Cáritas Camboya, y cuenta con el apoyo de las cuatro comunidades religiosas principales (budista, islámica, católica y protestante), así como la presencia de otras organizaciones asociadas. En los últimos años se ha promovido un esfuerzo común y un camino de diálogo interreligioso para combatir la trata, señala Cáritas.

El propósito del Foro fue triple. Primero, demostrar la armonía entre las religiones en Camboya para proteger la paz, los derechos humanos, la dignidad humana y la prosperidad de la nación. En segundo lugar, mostrar la importancia de la sensibilización por parte de las comunidades religiosas en el ámbito educativo. Y, en tercer lugar, el evento quería promover el compromiso del foro interreligioso en Camboya en todos los campos.

Delegados gubernamentales, parlamentarios, senadores, funcionarios, monjes budistas, líderes religiosos musulmanes y cristianos, agencias de la ONU, otras organizaciones interconfesionales, grupos de jóvenes y asociaciones participaron en el evento y se comprometieron a trabajar juntos para luchar contra la trata.

El gobierno de Camboya apreció la disponibilidad del Foro Interreligioso Nacional, estableciendo una asociación que se espera sea fructífera. Camboya es un país de tránsito y destino para hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y tráfico sexual. Los adultos y niños camboyanos emigran a otros países de la región y, cada vez más, a Oriente Medio para trabajar; muchos están sujetos al trabajo forzoso en actividades relacionadas con la agricultura, la construcción, la industria y la servidumbre doméstica.
(SD) (Agencia Fides 4/10/2018)


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