EUROPA/ITALIA - "Desde que estoy lejos de mi familia y de mi tierra, intento encontrar todos los días un momento para estar con Jesús: voy delante de la Eucaristía y allí encuentro la compañía de Jesús, recuerdo a mis padres y amigos": testimonios de algunos inmigrantes

jueves, 20 octubre 2005

Roma (Agencia Fides) - "Desde que estoy en Italia, lejos de mi familia y de mi tierra, intento encontrar todos los días un momento para estar con Jesús. Cuando me siento sólo, voy delante de la Eucaristía y allí encuentro la compañía de Jesús, recuerdo a mis padres y mis amigos". Es el testimonio sobre el valor de la Eucaristía de uno de los muchos inmigrantes presentes en Italia, Peter Damián Mallam, de 26 años, que se vio obligado a abandonar su tierra, Sudán, en busca de trabajo para sustentar a la familia. Peter, que se dedica a la limpieza, subraya: "La Eucaristía es el centro de mi vida. En Sudán se advierte la falta de una catequesis profunda. Las personas participan en la celebración litúrgica del domingo más por costumbre que por un verdadero encuentro con Jesús. En realidad ir a Misa no tiene luego un profundo efecto en sus vidas. Deberíamos sin embargo, profundizar en el auténtico sentido de ir a Misa y comulgar. Pero para esto se necesitan catequistas bien preparados y una catequesis que implique principalmente a las personas."
También Isabel Costadilla, de 24 años, colombiana, que trabaja como baby sitter, pone en evidencia la fuerza de la Eucaristía para superar las dificultades de la lejanía de la familia: "A menudo el peso de los pensamientos y preocupaciones que debo afrontar cada día es muy fuerte y participar en la Eucaristía da una razón y un sentido a mis fatigas. Es un consuelo saber que existe un Dios que nos ha amado y nos ama tanto. Después de la Misa me siento en alzo y más tranquila. Además participar en la Misa dominical también es un modo de estar más cerca de la gente de mi país: oyes hablar tu lengua, ves gestos y vestidos tradicionales que te recuerdan tu tierra. Es un modo de hacer comunidad en torno a Dios."
"Para mí la liturgia eucarística es el momento más importante de toda la Misa" afirma Aurora Ramos, de 23 años, de Manila, que trabaja como empleada en casas. "La homilía te ayuda a entender, pero la liturgia eucarística encierra el sentido del ser cristianos. Comulgar, además de ayudarme y darme consuelo, me confirma la presencia de Dios. Él siempre se acerca a nosotros, pero somos nosotros quienes lo debemos buscar. La Misa también es un momento de unión con mi comunidad católica". (RF/SL) (Agencia Fides 20/10/2005, Líneas: 28 Palabras: 440)


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