AFRICA/MADAGASCAR - Celebrado el Año de la Eucaristía junto con el Año de la Biblia para poner de relieve la importancia del doble alimento para el cristiano: la Palabra y la Eucaristía.

lunes, 17 octubre 2005

Tsiroanomandidy (Agencia Fides) “En Octubre del 2004 comenzamos en Madagascar la celebración del Año de la Eucaristía con tres días de encuentro durante los cuales tuvimos varias charlas animadas por obispos y la adoración al Santísimo en seis zonas distintas de la diócesis de Antananarivo. Hubo representantes de todas las diócesis de Madagascar con sus respectivos Obispos” explica Su Exc. Mons. Gustavo Bombin Espino, Obispo de Tsiroanomandidy. Después de este encuentro nacional de inicio, cada diócesis ha ido organizando sus propias actividades. “En mi diócesis- continua el Obispo- hemos unido el Año de la Eucaristía con el Año de la Biblia que se celebra en todo el continente africano, para poner así de relieve la importancia del doble alimento para el cristiano: la Palabra y la Eucaristía. En todas las parroquias se ha realizado una vez al mes un encuentro especial con este fin”.
En la diócesis se celebra también cada año un encuentro de todas las parroquias y distritos durante cinco días para profundizar en un tema y revitalizar la vida de fe. Precisamente el encuentro de este año ha estado centrado en la importancia de la Eucaristía y de la Palabra de Dios en la vida del cristiano. Durante el encuentro el P. Manzone, misionero jesuita y profesor de sacramentos en el Seminario Mayor, habló de la importancia de la celebración Eucarística y Jean Baptiste, un seglar comprometido, responsable de la formación catequética en Madagascar ilustró como la Palabra de Dios sigue siendo hoy alimento del Pueblo de Dios.
Uno de los frutos de este encuentro ha sido que las parroquias se han comprometido a vivir y hacer más presente este alimento en sus vidas, participando más activamente en las celebraciones eucarísticas. Además se han comprometido a que todos los hogares posean una Biblia para poder meditar con frecuencia la Palabra de Dios y que en las catequesis se emplee siempre la Biblia junto con el catecismo. Otro hecho importante de este encuentro fue la participación de un grupo de jóvenes, niños abandonados por sus familias en su mayoría, que han malvivido por las calles de Antananarivo. Ahora, gracias a un proyecto que esta llevando adelante la familia franciscana desde hace poco tiempo en la diócesis de Tsiroanomandidy, estos jóvenes viven, estudian y trabajan en pueblos piloto para que puedan salir de este círculo de miseria y de falta de oportunidades. “Este ha sido su primera salida desde que están en el pueblo, y fue muy emocionante cuando fueron acogido en las Catedral donde expresaron por medio del canto y la danza la alegría por la vida y el amor de Dios”, constata Mons. Gustavo Bombin.
También dentro de las actividades de colusión de este especial Año de la Eucaristía, hace apenas unos días se ha tenido la inauguración de una nueva parroquia a 160 Km del centro de la diócesis, con ordenación sacerdotal incluida. “En general el pueblo cristiano malgache vive la Eucaristía de una manera muy íntima- concluye el Obispo- Le gusta asistir a la iglesia a diario si tienen oportunidad de ello. Otros, sólo pueden los domingos pero se hacen varios Km. a pie o en bicicleta para poder asistir y comulgar. Las liturgias son bien celebradas y con mucha participación”. (RG) (Agencia Fides 17/10/2005 Líneas: 40 Palabras: 568)


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