EUROPA/ESPAÑA - El mundo sólo podrá cambiar con “la revolución silenciosa del amor y la santidad, cuya fuente no es otra que la Eucaristía celebrada, contemplada y adorada”: Carta Pastoral del Obispo de Córdoba por la clausura del Año de la Eucaristía y el XVII Centenario de los mártires

lunes, 17 octubre 2005

Córdoba (Agencia Fides) - “Sin la Eucaristía no podemos vivir” es el título de la Carta Pastoral escrita por el Obispo de Córdoba (España), Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, con motivo dela clausura del Año de la Eucaristía y coincidiendo con el XVII Centenario de los mártires de Córdoba.
Invita el Obispo a todos los fieles a renovar la vida cristiana en este Jubileo que vive la diócesis, recordando que lo que verdaderamente podrá cambiar el mundo de hoy es “la revolución silenciosa del amor y la santidad, cuya fuente no es otra que la Eucaristía celebrada, contemplada y adorada”. “En la peculiar coyuntura que estamos viviendo los católicos españoles- continua el Obispo- el Señor nos pide en ocasiones sufrir y aceptar desprecios por el mero hecho de ser cristianos, además de los ataques, la falta de respeto y la ridiculización continua de que son objeto los sentimientos religiosos cristianos por parte de algunos medios de comunicación social”. Pero para poder vivir así, afirma el Obispo, necesitamos la Eucaristía “sin ella es imposible vivir nuestra vocación cristiana con alegría, valentía y coherencia y mucho más aspirar a la santidad”. Precisamente este Año de la Eucaristía es una llamada a robustecer nuestra fe y amor a este sacramento.
Señala el Obispo en su carta diversos aspectos importantes en torno a la Eucaristía, “ante la que no cabe sino asombro, gratitud y apertura a la sublimidad del misterio”. Entre otros recuerda el decoro y fidelidad a las normas que exige la celebración eucarística, el aspecto sacrificial de la misma, la presencia real y substancial del Señor en la Eucaristía, la Eucaristía como fuente de epifanía y comunión con Cristo y con los hermanos, la exigencia de fraternidad, perdón, amor gratuito servido a los mas pobres de la vivencia y comunión eucarística; la importancia y el valor del culto eucarístico fuera de la misa. Muestra la Eucaristía como escuela de obediencia y entrega, de humildad y servicio, de silencio y contemplación, de amor entregado hasta el extremo que nos exige una respuesta proporcionada.
Termina el Obispo su carta exhortando a poner la Eucaristía en el centro de nuestras vidas. “En ella encontraremos el verdadero manantial de la esperanza... hallaremos la fuerza para vivir nuestra fe con dinamismo y alegría, también en esta coyuntura histórica y para anunciar a Jesucristo por doquier”. (RG) (Agencia Fides 17/10/2005 Líneas: 33 Palabras: 436)


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