ASIA/TURKMENISTÁN - La comunidad católica en camino entre bautismos y catecumenado

jueves, 3 mayo 2018 misión   evangelización   bautizo   iglesias locales   minorías religiosas  

Missio sui iuris Turkmenistan

EL p. Madej y algunos fieles católicos

Ashgabat (Agencia Fides) - “Se pueden encender miles de velas con una sola. Esto nos inspira: rezamos para que nuestra vela no se apague. Somos una Iglesia pequeña, pero damos gracias a Dios porque tenemos la oportunidad de evangelizar en este país de Asia Central, anunciando que Jesucristo Resucitado es el salvador de la humanidad. La presencia aquí nos ofrece una oportunidad única para dar testimonio de la fe”. Estas son las palabras que el p. Andrzej Madej, sacerdote polaco de los Oblatos de María Inmaculada (OMI) y superior de la Missio sui iuris de Turkmenistán, envía a la Agencia Fides anunciando los bautismos celebrados en su comunidad.
El p. Madej explica: “hemos vivido el tiempo de Pascua, el evento más grande en la vida de cada cristiano. Durante la celebración de la Resurrección de Cristo, hubo algunos nuevos bautizados y otros que renovaron este sacramento: muchos de ellos lo recibieron de niños, pero a lo largo de los años se habían apartado de la Iglesia. Les proponemos el catecumenado para entender lo que significa el bautismo y lo que significa creer. De esta manera ayudamos a muchas personas a regresar a la Iglesia y a ser miembros vivos del cuerpo místico de Jesús”.
Además, del 28 de mayo al 4 de junio, la comunidad turcomana recibirá a tres representantes en una visita pastoral: al Nuncio Apostólico Paul Fitzpatrick Russell, que llegará desde Ankara; al superior provincial de los Oblatos de María Inmaculada, el padre Pavel, de Polonia y a un misionero oblato que representa a Asia. El p. Madej explica que será “una ocasión para experimentar la fuerza de la unidad, recordando que somos al mismo tiempo miembros de una nunciatura apostólica, de la Iglesia y de la pequeña comunidad de los Oblatos”.
En Turkmenistán, que cuenta con 5 millones de habitantes de los cuales el 90% musulmanes, la Iglesia Católica ha renacido con la Missio sui iuris establecida por Juan Pablo II en 1997. Durante trece años, la presencia de los Oblatos fue admitida solo como una representación de la Embajada del Vaticano: al principio las reuniones eran en casas privadas y se celebraba la Misa en el territorio diplomático de la Nunciatura Apostólica de Ashgabat. En 2010, el gobierno turcomano reconoció oficialmente la presencia católica. La comunidad católica turcomana, que consta de unos doscientos fieles, se reúne en la capilla de la Transfiguración del Señor, en la capital Ashgabat, y está dirigida por dos sacerdotes oblatos de María Inmaculada. (LF) (Agencia Fides 3/5/2018)


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