ÁFRICA/CONGO R.D. - Acoger a la infancia abandonada: el compromiso de las Hermanas de San José

viernes, 6 abril 2018 sociedad   religiosas   niños   infancia   institutos misioneros   misión   desarrollo   pobreza  

Uvira (Agencia Fides) - Los dejaban en la puerta del hospital o frente a la comunidad o los traían después de haberlos encontrado abandonados. Las Hermanas de San José se encontraban cada vez más con más niños pequeños que necesitaban de todo. ¿Qué hacer entonces? La única solución fue crear un centro apropiado que los acogiera.

Así nació en 2012 el orfanato del Centro Hospitalario Mario Vannucci, a unos 20 km de Uvira, cerca de la frontera entre la República Democrática del Congo y Burundi. “Uvira se encuentra al norte del lago Tanganica”, explica a la Agencia Fides la hermana Clara, jefa de la misión Hermanas de San José. “Es una región habitada por una población muy pobre y analfabeta. En los últimos años ha estado en medio de las operaciones militares que han causado inestabilidad y han acentuado la pobreza”.

Muchas madres morían durante el parto en los pequeños dispensarios de las aldeas circundantes. Los padres, a menudo soldados, y los miembros de la familia no se podían hacer cargo de ellos. Así que los pequeños huérfanos eran confiados al dispensario. Pero el personal no tenía las herramientas ni las instalaciones para cuidar de los niños. “El primero, - recuerda la hermana Françoise, el jefa del orfanato, - fue el caso de una niña, rechazada por el personal, que murió después de cuatro días. Hubo un segundo caso de un bebé que murió una semana después de la muerte de su madre porque los parientes no sabían dónde llevarlo”.

Los casos comenzaron a repetirse. “Entonces las hermanas pensaron en acoger a estos niños confiando en la ayuda de la Providencia porque son hijos de Dios”, recuerda sor Françoise. Las instalaciones de la comunidad se rediseñaron para acondicionarse a los niños. Dos mujeres locales ayudan a la religiosa aunque cada vez hay más niños. A muchos de ellos los dejan en la puerta del orfanato porque los familiares saben que las monjas pueden cuidarlos.

“Hoy hay 26 niños y dos de ellos acuden a la guardería”, concluye Sor Françoise. “¿Cuál será su futuro? Lo dejamos en las manos de Dios y trabajamos en el nombre de Cristo. En centro los niños y las niñas se criarán de la manera más sana y serena posible. Gracias a las adopciones a distancia, se les dará la oportunidad de estudiar y tener un futuro. Mientras tanto, debemos dar las gracias a Dios y a quienes nos apoyan”.

El fenómeno de la infancia abandonada es una auténtica emergencia en República Democrática del Congo. Son generalmente son hijos de familias muy pobres, muchos son huérfanos o han sido abandonados porque sus padres no tienen esperanzas de un futuro o no pueden alimentarlos ni cuidarlos.
(CE) (Agencia Fides 6/4/2018).


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