AMERICA/MEXICO - Mons. Rangel Mendoza sobre la “Ley de Seguridad Interior”

jueves, 7 diciembre 2017 democracia   obispos   política   violencia   derechos humanos  
Si el Estado no ha sido capaz de ofrecer seguridad

enfoqueinformativo.mx

Si el Estado no ha sido capaz de ofrecer seguridad a través de la policía ordinaria, ¿por qué deben valerse del Ejército?

Chilpancingo (Agencia Fides) – ¿Cuál es la vía correcta para acabar con la inseguridad en México? La respuesta de Mons. Salvador Rangel Mendoza, O.F.M., obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero es clara y precisa: "en primer lugar, se debe capacitar adecuadamente a las policías federal, estatal y municipal: Esto es lo que ha fallado. No hay una policía capacitada y efectiva. Si el Estado no ha sido capaz de ofrecer seguridad a través de la policía ordinaria, ¿por qué deben valerse del Ejército? La capacitación de los cuerpos de policía es una tarea que ellos deben hacer, y hacerla bien”.
“Lo que necesitamos ahora –dijo– es purificar, certificar, instruir a las policías. Ese sería el camino, y no crear esta corporación del Ejército con facultades especiales”, señaló el obispo en una entrevista a Vida Nueva Digital.
El pasado 30 de noviembre fue aprobada en la Cámara de Diputados la "Ley de Seguridad Interior", que avala la actuación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública y mentenimiento de la paz social. Sin embargo, la opinión pública la interpreta desde el contexto de las próximas elecciones. La iniciativa de Peña Nieto, seis capítulos y 31 artículos, señala que la Ley de Seguridad Interior, como vertiente de la Ley de Seguridad nacional, implica la posibilidad de que el presidente la de República pueda hacer uso de la totalidad de la Fuerza Armada que esta integrada por el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea para hacer frente a fenómenos que impacten al orden interno.
Mons.Salvador Rangel considera que dicha legislación fue hecha “al vapor”(es decir, en modo rápido y sin consultar a nadie), de tal suerte que al Presidente de la República se le dan ahora todas las facultades para decidir dónde deben atacar las fuerzas armadas, “cuando en una democracia debe haber equilibrio entre los diferentes poderes”, dice el obispo.
En la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, que es donde las fuerzas armadas apoyan las labores de vigilancia frente a la acción creciente de grupos delictivos desde algún tiempo, hay mucha gente que puede comentar con autoridad sobre la inseguridad de la población.
El obispo, además, indicó que las fuerzas militares tienen una finalidad muy específica, que es la de defender la patria frente a los enemigos, por lo que los militares están adiestrados, instruidos para el ataque, para la guerra; “por su parte, las fuerzas policiacas deben realizar una labor más preventiva”. La Ley de Seguridad Interior aún debe ser aprobada por el Senado de la República por lo que monseñor Rangel llamó a los senadores a escuchar la voz del pueblo. “Ellos son representantes del pueblo, deben escuchar bien sus razones: cosas en contra, cosas a favor”.
Mons. Salvador Rangel Mendoza, en varias ocasiones fue testigo de la falta de la seguridad mínima para las personas y la impotencia de las autoridades, que no son capaces de responder a la violencia criminal, incluso por la corrupción que ha alcanzado en todos los niveles (ver Fides 06/12/2017).
El Obispo de Chilpancingo-Chilapa es un misionero que cuida de su rebaño y sus sacerdotes. El pasado 28 de mayo no ocultó la cercanía que ha tenido con los miembros del crimen para acordar lo que las autoridades ya no garantizan: la seguridad. Y el clero de la región y otras partes del país, no escapan a este horror ... Muchos sacerdotes, en las remotas comunidades del país, son blanco fácil y viven bajo la gran presión del crimen organizado que le impide llevar a cabo su misión evangelizadora, prohibiendoles incluso de pronunciar la palabra 'narcotráfico' de lo contrario pagarían con la vida (Ver Fides 06/12/2017). Incluso se ofreció para actuar como interlocutor entre el crimen organizado y el gobierno, si las autoridades lo pidieran como un posible intento de diálogo para terminar con el clima de violencia que aflige a Guerrero (ver Fides 27/03/2017).
(CE) (Agencia Fides, 07/12/2017)


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