ÁFRICA/ZIMBABWE - En Harare donde los militares han tomado el poder “la población está trabajando y el animo es alto”

miércoles, 15 noviembre 2017 militares   política   política internacional   derechos humanos   medios de comunicación  

Harare (Agencia Fides) - “Los militares han tomado el control de los puntos clave de la capital: el palacio presidencial, el parlamento, el aeropuerto, la estación de autobuses y las estaciones de radio y televisión”, dicen a la Agencia Fides fuentes de la Comisión de Comunicaciones Sociales de la Archidiócesis de Harare, la capital de Zimbabwe, donde en la noche del 15 de noviembre, los militares han anunciado que “han puesto al seguro” al presidente Robert Mugabe. “Mugabe y su familia están a salvo y su seguridad está garantizada. Solo se está apuntando a los criminales que lo rodean” y que “están causando sufrimiento económico y social”, ha afirmado un portavoz militar.
“La situación es relativamente tensa, pero no hay enfrentamientos. El ejército patrulla las calles y los tanques rodean el Palacio Presidencial, la sede del Parlamento y otros edificios gubernamentales. Pero la mayoría de la población ha ido al trabajo”, dicen las fuentes de Fides. “Los medios oficiales no dan ninguna noticia. La radio solo transmite canciones patrióticas”.
“En cualquier caso, se ve algo de buen humor entre la población, como se observa en los mensajes intercambiados a través de las redes sociales y al escuchar a la gente hablar en la calle. Mugabe y su esposa estaban dividiendo aún más el país, y no les importaba resolver los males de la nación, en particular la desastrosa situación económica. Pero todavía permanece la incertidumbre sobre si estaremos gobernados por militares o por civiles”.
“Por el momento, los militares se han mostrado amigables con la población y no ha habido episodios en los que los soldados hayan apuntado sus armas contra los civiles. Las fronteras están abiertas a pesar de que están bajo control del ejército” concluyen nuestras fuentes.
La tensión en Zimbabwe se debe a la lucha de poder dentro del ZANU-PF, el partido del presidente Mugabe, que ha gobernado desde que el país obtuvo la independencia en 1980.
En octubre, ante el anuncio de que el vicepresidente Emmerson Mnangagwa había sido envenenado, se incrementó el nivel de confrontación. Mnangagwa, se enfermó en agosto, y fue hospitalizado en Sudáfrica, donde los médicos dijeron que habían sido víctima de envenenamiento intencional y no de intoxicación alimentaria.
Mnangagwa es el candidato principal para suceder al Presidente Robert Mugabe, que tiene 93 años. Su rival dentro del ámbito presidencial es la First Lady, Grace Mugabe, que también es la primera personalidad en la que se han concentrado las sospechas del envenenamiento (véase Fides 6/10/2017). La semana pasada Mugabe suspendió de su cargo a Mnangagwa, suscitando las protestas de la vieja guardia de militares que habían luchado por la independencia nacional. El Jefe de Defensa, Constantino Chiwenga, había amenazado con una intervención militar si continuaban los continuos errores dentro del ZANU-PF. Chiwenga realizó una visita a China la semana pasada. Las autoridades de Pekín declararon que se trataba solo de “un intercambio militar normal entre los dos países”, dejando entender que Chiwenga no había comunicado a los líderes chinos que se estaba preparando un golpe militar. El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, se ha pronunciado contra un “cambio de régimen inconstitucional” en Zimbabwe. (L.M.) (Agencia Fides 15/11/2017)


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