VATICANO - El Santo Padre en el Angelus: "La Eucaristía es el centro propulsor de toda acción evangelizadora de la Iglesia… ha plasmado insignes apóstoles misioneros en todos los estados de vida "

lunes, 3 octubre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La contemplación del misterio eucarístico en la perspectiva misionera ha sido el argumento del discurso pronunciado por el Santo Padre Benedicto XVI antes de la oración del ángelus, el domingo 2 de octubre. El Santo Padre ha recordado la Celebración Eucarística que acababa apenas de concluir, con la se había inaugurado la asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, que reflexionará durante tres semanas sobre el tema "Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y misión de la Iglesia". "La doctrina católica sobre la Eucaristía, definida autorizadamente por el Concilio de Trento, pide ser recibida, vivida y transmitida a la comunidad eclesial de manera siempre nueva y adecuada a los tiempos. - ha dicho el Santo Padre -.La Eucaristía podría considerarse también como una ‘lente’ con la que se puede examinar continuamente el rostro y el camino de la Iglesia, que Cristo fundó para que todo hombre pueda conocer el amor de Dios y encontrar en él plenitud de vida"
Benedicto XVI recordó después que el Papa Juan Pablo II quiso dedicar a la Eucaristía todo un año, que concluirá precisamente con el final de la asamblea sinodal, el 23 de octubre, domingo en que se celebrará la Jornada Misionera Mundial. "Tal coincidencia - ha continuado el Santo Padre - nos ayuda a contemplar el misterio eucarístico desde la perspectiva misionera. La Eucaristía, de hecho, es el centro propulsor de toda la acción evangelizadora de la Iglesia, como lo es el corazón en el cuerpo humano. Las comunidades cristianas sin la celebración eucarística, en la que se alimentan con la doble mesa de la Palabra y del Cuerpo de Cristo, perderían su auténtica naturaleza: sólo en la medida en que son «eucarísticas» pueden transmitir a los hombres a Cristo, y no sólo ideas o valores por más nobles e importantes que sean. La Eucaristía ha plasmado insignes apóstoles misioneros en todos los estados de vida: obispos, sacerdotes, religiosos, laicos, santos de vida activa y contemplativa. Pensemos, por una parte, en san Francisco Javier, a quien el amor de Cristo le llevó hasta el lejano Oriente para anunciar el Evangelio; y por otra parte, en santa Teresa de Lisieux, joven carmelita, cuya memoria celebramos ayer precisamente. Vivió en la clausura su ardiente espíritu apostólico, mereciendo ser proclamada junto a san Francisco Javier patrona de la actividad misionera de la Iglesia”.
Por último, el Pontífice ha recordado que el mes de octubre está dedicado al santo Rosario, invitando a releer la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae del Papa Juan Pablo II y "a poner en práctica sus indicaciones a nivel personal, familiar y comunitario". (S.L) (Agencia Fides 3/10/2005; Líneas: 33 Palabras: 470)


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