ASIA/LÍBANO - El Patriarca Rai al Presidente Aoun: el pueblo está agotado, hay que favorecer la repatriación de los refugiados sirios

martes, 18 julio 2017 iglesias orientales   oriente medio   refugiados   corrupción  

ANI

Annaya (Agencia Fides) - “A pesar de toda nuestra solidaridad hacia los refugiados, los libaneses tienen la esperanza de que se reconsidere el proceso para garantizar un retorno seguro a su país, dejando a un lado las diferentes posiciones políticas que dificultan las soluciones deseadas”. Con estas palabras, el patriarca maronita Béchara Boutros Rai se ha dirigido directamente al Presidente del Líbano Michel Aoun, en su homilía con motivo de la fiesta de San Charbel, celebrada por el primado de la Iglesia maronita en el monasterio de San Marón en Annaya, en presencia, entre otros, del mismo Jefe de Estado del Líbano, de su esposa Nadia y del Nuncio apostólico, el arzobispo Gabriele Caccia.
Dirigiéndose a Aoun, el Patriarca ha expresado su reconocimiento y estímulo por las “buenas intenciones” perseguidos por el Presidente, pero también se ha detenido a comentar los problemas, dificultades y sufrimientos de los libaneses, agravados por la presencia en el territorio nacional de “dos millones de refugiados y desplazados que privan al pueblo libanés de sus medios de subsistencia, dejándolo en la pobreza y la privación, y empujando a las nuevas generaciones a emigrar”.
En su homilía, cuyo texto hemos recibido en la Agencia Fides, el Patriarca Rai ha renovado la alarma también sobre los fenómenos de “corrupción rampante en el país” y de “acaparamiento sectario de los cargos públicos”, denunciando una política “que va en contra del espíritu de la Constitución, el Pacto nacional y el mecanismo para los nombramientos administrativos”.
La cuestión dolorosa de los refugiados sirios en territorio libanés se ha convertido de nuevo en el centro del debate político nacional después de las operaciones de seguridad llevadas a cabo por las fuerzas armadas libanesas en algunos campamentos de refugiados, como el de Arsal, que comenzaron para neutralizar a algunos militantes sirios anti-Assad armados y que estuvieron marcadas por la violencia y las explosiones, que causaron la muerte de algunos civiles. En los últimos días se convocaron para hoy, martes 18 de julio, dos manifestaciones opuestas en Beirut, una para denunciar la violencia que sufren los refugiados sirios, y la otra para apoyar el trabajo de las fuerzas armadas del Líbano. Las das manifestaciones han sido prohibidas por el Ministerio del Interior para proteger el orden público y evitar posibles enfrentamientos en las calles. Pero la tensión en la tierra de los cedros crece y se multiplican las voces de aquellos que tratan de facilitar en todos los sentidos el regreso de los refugiados sirios a su tierra. (GV) (Agencia Fides 18/7/2017)


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