VATICANO - El Papa subraya en el ángelus la unión entre Eucaristía y caridad: "La Eucaristía se convierte en la fuente de energía espiritual que renueva el mundo en el amor de Cristo". Un recuerdo particular para las víctimas de los desastres naturales en Estados Unidos y en otros partes del mundo.

lunes, 26 septiembre 2005

Castel Gandolfo (Agencia Fides) - En el último domingo que pasará en Castel Gandolfo antes de regresar al Vaticano, el Santo Padre Benedicto XVI dio ayer las gracias a todos por la acogida, antes de rezar la oración del ángelus, continuando la reflexión sobre el Misterio Eucarístico, ha destacado la unión existente entre la Eucaristía y la caridad. " Caridad -en griego ágape; en latín caritas- no significa ante todo el acto o el sentimiento benéfico- ha explicado el Papa -, sino el don espiritual, el amor de Dios que el Espíritu Santo infunde en el corazón humano y que lleva a entregarse a su vez al mismo Dios y al prójimo.
Toda la existencia terrena de Jesús, fue un acto de amor": "Las palabras de Jesús en el Cenáculo anticipan su muerte y manifiestan la conciencia con la que la afrontó, transformándola en don de sí, en el acto de amor que se entrega totalmente. En la Eucaristía, el Señor se nos da con su cuerpo, con su alma y su divinidad, y nosotros nos convertimos en una sola cosa con él y entre nosotros. Nuestra respuesta a su amor tiene que ser entonces concreta, y tiene que expresarse en una auténtica conversión al amor, en el perdón, en la recíproca acogida y en la atención por las necesidades de todos. Son muchas y múltiples las formas de servicio que podemos ofrecer al prójimo en la vida de todos los días, si prestamos un poco de atención. La Eucaristía se convierte de este modo en el manantial de la energía espiritual que renueva al mundo en el amor de Cristo”.
El Papa ha citado después el ejemplo de numerosos Santos, "han sacado de la Eucaristía la fuerza de una caridad operante y con frecuencia heroica": san Vicente de Paúl y la beata Madre Teresa. En particular la Virgen Maria, quien después de la Anunciación, se fue a visitar y a ayudar a su prima Isabel "Pidamos para que cada cristiano, alimentándose del Cuerpo y Sangre del Señor - ha dicho el Santo Padre -, crezca cada vez más en el amor a Dios y en el servicio generoso a los hermanos."
Después de la oración, saludando a los peregrinos de lengua inglesa, el Santo Padre ha recordado de modo particular "a quienes han sufrido por los desastres naturales en Estados Unidos y en otros partes del mundo". Y ha invitado a unirse en su oración al Señor "por los que sufren, por las víctimas y sus familiares y por los socorristas". (S.L) (Agencia Fides 26/9/2005; Líneas: 31 Palabras: 474)


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