AMÉRICA/PERÚ - “DEFENDAMOS LA VIDA”: LOS OBISPOS DENUNCIAN LA POLÍTICA DEL GOBIERNO, QUE ATENTA CONTRA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA Y CONTRA LA VIDA HUMANA

miércoles, 3 septiembre 2003

Lima (Agencia Fides) – El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), ha hecho público, recientemente, un comunicado titulado “Defendamos la Vida” en el que manifiesta el profundo pesar de los Obispos en relación con la política sobre la población que el gobierno peruano está introduciendo, y que, a juicio de los Obispos, “no respeta la vida y corroe las bases sociales”. Se trata de “una política que atenta contra la vida y conduce a la pérdida de valores, en la que intervienen ideologías e intereses contrarios a la dignidad de la persona” –revela el comunicado del Consejo Permanente de la CEP.
La Iglesia peruana, en su lucha en defensa de la vida, levanta de nuevo su voz para denunciar que, a menudo, estas campañas contrarias a la vida “se deben a presiones o están financiadas por capitales que proceden del extranjero y, en algunos casos, se subordinan a ellos y a la asistencia económica financiera”.
La campaña que los Obispos denuncian es la llamada “píldora del día siguiente”, también conocida por “anticonceptivo oral de emergencia”. “La píldora del día siguiente –afirma el comunicado del CEP- impide que el embrión humano se implante en la pared uterina y conduce, por tanto, a la expulsión y a la pérdida del embrión; no es pues otra cosa que un aborto realizado con medios químicos”. Por ello, afirman los Obispos, “no es coherente intelectualmente, ni justificable científicamente, afirmar que no se trate de lo mismo” puesto que “quien pide o propone el uso de dicha píldora, tiene por directa finalidad la interrupción de un eventual embarazo, como en el caso del aborto”. La gestación, de hecho, inicia en el momento de la fecundación, y no cuando el óvulo fecundado se implanta en la pared uterina, como se pretende sugerir implícitamente.
Desde esta perspectiva, los Obispos hacen un llamamiento a todos los profesionales que obran en el sector de la salud para que actúen “una objeción de conciencia moral, y den testimonio, valerosamente, del valor inalienable de la vida humana; sobre todo frente a una nueva forma disfrazada de agresión a los individuos más débiles e indefensos, como en el caso del embrión humano”. “La Iglesia –dicen los Obispos- no puede permanecer callada frente a esta grave injusticia, que algunas ideologías consideran como elemento de progreso en la organización de un nuevo orden mundial”.
(R.Z.) (Agencia Fides 3/09/03)


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