ASIA/COREA DEL SUR - Un obispo representa a Corea para celebrar los 70 años de relaciones diplomáticas con la Santa Sede

martes, 23 mayo 2017

Seúl (Agencia Fides) – La República de Corea y la Santa Sede celebran este año 70 años del inicio del proceso de institución de las relaciones diplomáticas: en particular se conmemora el envío del primer Delegado apostólico permanente de la Santa Sede en Corea. Según la información de la Agencia Fides, para esta ocasión el nuevo presidente coreano Moon Jae-in ha pedido al arzobispo Igino Kim Hee-Jung, que es presidente de la Conferencia episcopal de Corea, que sea él quien represente a la nación coreana y se reúna con el Santo Padre para celebrar este aniversario.
Después de asumir la Presidencia, inmediatamente después de las elecciones, el presidente Moon ha designado varios “enviados especiales” coreanos que llegarán a los Estados Unidos, China, Japón, Rusia, Unión Europea, Alemania y la Santa Sede, para celebrar eventos especiales con estos estados y organismos. En la misión especial en el Vaticano, prevista en los próximos meses, el arzobispo Kim Hee-Jung estará acompañado por Seong Youm, el ex Embajador de la República de Corea ante la Santa Sede.
Las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Corea comenzaron en 1947, cuando el Papa Pio XII envió al primer “Delegado Apostólico” a Corea, el padre Patrick James Byrne, inmediatamente después de la liberación de Corea del dominio japonés. Mediante el envío de un “Delegado permanente”, la Santa Sede fue uno de los primeros países en reconocer Corea como nación independiente después de la liberación de la colonización japonesa. Patrick James Byrne, misionero americano de los padres de Maryknoll, fue consagrado obispo en 1949, pero al estallar la Guerra de Corea, en 1950, fue secuestrado y murió en prisión. Ahora forma parte del grupo de 213 sacerdotes y laicos coreanos para los que se ha iniciado el proceso de beatificación.
En esos años, el gobierno de Corea del Sur envió una delegación a la Conferencia de París en 1948 para ser reconocido como gobierno de la península coreana. En ese momento la Santa Sede y el Nuncio apostólico en París (entonces Angelo Roncalli, que más tarde sería Papa Juan XXIII) ayudaron mucho a la delegación de Corea para obtener el reconocimiento de muchas delegaciones de los países católicos.
Las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Corea se formalizaron oficialmente, a continuación, en diciembre de 1963 con el envío del Encargado de Asuntos, que luego sería nuncio en septiembre de 1966. (PA) (Agencia Fides 23/5/2017)


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