ASIA/SIRIA - El Arzobispo Hindo: la población de Hassaké está en valía de las facciones kurdas armadas por Occidente

jueves, 11 mayo 2017 guerras   sectarismo   iglesias orientales   geopolítica  

Hassaké (Agencia Fides) – La tensión está aumentando de nuevo en la ciudad de Hassaké y en toda la zona noreste de Siria. Mientras disminuye la presión que durante años ha asediado a las ciudades principales de esa región por causa de las milicias yihadistas de Jabhat al Nusra y del Estado Islámico (Daesh), el frágil equilibrio local es puesto en peligro por las operaciones militares y de poder, de los grupos kurdos que tienen como objetivo imponer su hegemonía en esa parte de Siria, con el apoyo de aliados internacionales.
Esta alarma ha sido lanzada por el arzobispo sirio Jacques Behnan Hindo, que conduce la archidiócesis siro-católica de Hassaké-Nisibi. “En Hassaké - señala el arzobispo a la Agencia Fides - la milicia kurda de YPG han vuelto a poner puesto de control en toda la ciudad, incluso en frente de nuestro obispado. Ahora se ven los signos evidentes de la tensión que crece con el ejército gubernamental. Hoy he sabido que los grupos armados kurdos han entrado en las escuelas para advertir que el final de las clases tomarán posesión de todas las escuelas diseminadas en los distritos bajo su control. De modo que, muchos estudiantes, sobre todo kurdos, no podrán hacer sus exámenes finales”.
Los kurdos que apoyan al partido de la Unión Democrática (PYD) y las milicias de YPG que están afiliadas, constituyen la rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que tiene su base en Turquía. Estas siglas, según el Arzobispo Hindo, representa aproximadamente el 10 por ciento de la población kurda local, pero se imponen al resto de la población local, gracias al apoyo logístico y militar de diferentes zonas internacionales.
Fortalecidos por la ayuda externa, estos grupos están en conflicto con otras fuerzas y siglas kurdas apoyadas por el gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí y por su Presidente, Masud Barzani.
“Ahora”, dice el arzobispo Hindo “todos mandan armas a los del PYD: Estados Unidos, Francia, Italia,... Al tener armas, imponen su dominio a otros grupos kurdos. Pero ellos ni siquiera tienen suficientes tropas para cubrir los puestos de control, por lo que los asignan a asalariados beduinos o árabes. Y fuera de la ciudad, muchos de los que ahora se alistan con el YPG antes estaban con la milicia de Al Nusra o con otros grupos yihadistas, siguiendo la lógica de afiliarse con los que pagan más”.
Al PYD se atribuye la intención - perseguida desde hace años - de cambiar la composición demográfica del noreste de Siria, empujando con diversos métodos, a la población árabe y turcomana local a emigrar. Un fenómeno reportado principalmente por los refugiados sirios que han encontrado refugio en territorio turco. “Siento rabia” - subraya Mons. Hindo - “por lo que está pasando en nuestro territorio: llegan refugiados que huyen de la región de Raqqa y son encerrados en áreas que son verdaderos campos de concentración, sin ni siquiera tiendas para refugiarse, donde sobreviven como animales en agujeros excavados en el suelo y cubiertos con lonas. Y una vez dentro, también se les impide salir para regresar a sus pueblos, a menos que paguen una suma considerable de dinero. Es una situación dirigida por las milicias kurdas, sin ningún tipo de control ni intervención de las organizaciones internacionales”. (GV) (Agencia Fides 10/5/2016).


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