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Nueva York (Agencia Fides) - La Iglesia católica de Estados Unidos se ha activado fuertemente ante esta emergencia y son numerosas las asociaciones católicas de ayuda que están recogiendo fondos para las víctimas, así como las diócesis que ofrecen todo tipo de ayudas. Según una relación enviada desde las Obras Misionales Pontificias de Estados Unidos, las diócesis más afectadas han sido la Archidiócesis de Nuevas Orleáns (Lousiana), la diócesis de Biloxi (Mississippi) y la diócesis de Mobile (Alabama). El Arzobispo emérito de Nueva Orleans, Mosn. Philip Hannon, no quiso abandonar a la gente de Nueva Orleáns y quiso permanecer en su residencia que estaba inundada. Durante algún tiempo se desconocía su paradero y sus condiciones provocando gran preocupación entre los católicos de Orleáns. Al final pudo ser rescatado y actualmente se encuentra bien.
En el Estado de Lousiana, el Ordinario de la diócesis de Baton Rouge, Mons. Muench ha acogido al Arzobispo de Nueva Orleáns Alfred Hughes y al Obispo de Menphis, Mons. Stieb que tuvieron que ser desalojados de sus viviendas. Mons. Muench y Mons Hughes se han acercado en varias ocasiones a los refugios provisionales de los desplazados para rezar con ellos. La diócesis de Shreveport ha anunciado que aceptará completamente gratis en sus escuelas diocesanas a los niños afectados por el huracán. De momento ya se han inscrito 200 niños. La diócesis de Alexandria ha puesto a disposición numerosos centros para acoger a los desplazados.
La diócesis de Jackson en el Estado de Mississippi ha acogido a numerosas victimas y en el estado de Florida se están preparando equipos para ir a Lousiana y Mississippi la próxima semana para ofrecer asistencia técnica. La Archidiócesis de Miami ha ofrecido ya una primera ayuda importante de alimentos y artículos de primera necesidad. La diócesis de St. Petersburg ha abierto las puertas de sus hospitales para acoger a pacientes y la diócesis de Pensacola-Tallahassee ha iniciado una colecta llamada “Katrina’s Kids” para recoger fondos para los niños víctimas del huracán.
En Texas, la diócesis de Galveston-Houston ya ha acogido a más de 30.000 desplazados provenientes de Nueva Orleáns ofreciéndoles alojamiento y ayuda monetaria. El Hospital católico local Christus St. Joseph ha activado su unidad móvil para asistir a los refugiados y las escuelas católicas de la Archidiócesis están admitiendo a todos los alumnos que se presentan. La diócesis de Tyler también está ofreciendo una gran ayuda y los propios fieles han abierto sus propias casas para acoger a desplazados.
Sor Glenn Anne McPhee, secretaria de la Comisión para la Educación de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha alabado la labor que están realizando las escuelas católicas ante esta emergencia y ha pedido que se realicen todos los esfuerzos necesarios para ayudar a los estudiantes afectados para que no tengan que interrumpir el ciclo escolar. (RG) (Agencia Fides 9/9/2005 Líneas: 37 Palabras: 495)
