AFRICA/MALAWI - “El hambre es una guerra silenciosa que está matando a Malawi” dice un misionero

martes, 14 junio 2016 hambre  

Lilongwe (Agencia Fides) - “El hambre y el empobrecimiento del país son como una guerra silenciosa”, escribe el padre Piergiorgio Gamba, misionero Monfortino desde Malawi. “El hambre, para muchas familias significa una comida al día, un ayuno colectivo para todos los pobres en este mes de Ramadán. El trigo ahora cuesta 13 dólares por 50 Kg y la gente se repite: esto es sólo el comienzo”.
“Los análisis sobre la situación afirman que sólo hay dos cosas que están creciendo en Malawi: la población, que ha llegado a 17 millones, y la gran brecha entre ricos y pobres, que se está expandiendo de forma desmesurada”.
“Algo que ha aumentado el empobrecimiento general también es el crecimiento de los precios de todo, como los precios de la universidad que dejan fuera a la mitad de los estudiantes; mil jóvenes que se presentan para veinte puestos de trabajo en un hotel en la capital como personal de limpieza; el hambre absoluta en las cárceles del país, cuando la única alternativa es la de liberar a los que están literalmente muriendo de hambre, en especial a las madres que han tenido a sus hijos entre barras.
La situación en las cárceles está al límite de su resistencia porque entre los 13.000 presos más de dos mil están enfermos con SIDA y otros tantos que reciben antirretrovirales - las personas sin una nutrición adecuada no tienen ninguna esperanza de sobrevivir -. El Servicio de Prisiones, está en deuda con los proveedores hasta el punto de que nadie se fía de proporcionar alimentos porque no pagan con regularidad. Los casos de cólera se han alzado a 1500”.
La respuesta de la clase política a esta situación es desalentadora. “La esperanza de que llegue una respuesta del Parlamento no es realista ante una asamblea parlamentaria que sólo piensa en sí misma, sus intereses y que ya prepara la campaña electoral de 2019”.
En la reunión de las Cáritas del país, los Obispos ofrecen consejos y ayudan a la gente a cambiar la forma de cultivar, pero para lo inmediato se dirigen a todos los países que tienen la capacidad de enviar ayuda alimentaria. “Nuestros niños están desnutridos y sin poder ir a la escuela. Para diciembre del 2016 la mitad de la población no tendrá suficiente comida si no hacemos algo de inmediato. En la actualidad es muy poco lo que se hace”, han dicho los obispos.
“Un llamamiento que la Iglesia eleva a las instituciones internacionales y a los que quieran ayudar durante el año más difícil para la gente de Malawi”, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 14/6/2016)


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