AFRICA/SUDAFRICA - “El desempleo juvenil es una bomba social a punto de explotar”, advierte “Justicia y Paz”

martes, 3 mayo 2016 economía  

Johannesburgo (Agencia Fides) - “El desempleo juvenil sigue constituyendo un peligro para la seguridad de nuestra nación y para la estabilidad de la vida de nuestra familia. Es una bomba de relojería que va a explotar pronto entre nosotros”, dice Su Exc. Mons. Abel Gabuza, Obispo de Kimberley y Presidente de la Comisión “Justicia y Paz” de la Southern African Catholic Bishops’ Conference (SACBC), en una declaración con motivo de la fiesta del 1 de mayo.
Mons. Gabuza pide al gobierno soluciones “urgentes y concretas”, en particular, mediante la revisión de la política de subvenciones salariales para los jóvenes, que debería incentivar los contratos. “Las últimas estadísticas sobre el desempleo juvenil muestran que las ayudas salariales para los jóvenes no han podido erradicarlo. No obstante el esquema de las subvenciones, los jóvenes sin trabajo han aumentado de 3,14 millones en 2009 a los actuales 3,38 millones”, dice el presidente de la Comisión de Justicia y Paz en el comunicado recibido en la Agencia Fides.
El programa de ayudas, iniciado en 2014 y que debía terminar en diciembre de 2016, ha sido ampliado por un año más. Según Mons. Gabuza esto no es suficiente para crear nuevos puestos de trabajo, ya que “a finales de diciembre de este año, el programa se supone que debe crear 423.000 nuevos puestos de trabajo. Incluso si fuera posible llegar a lograr este objetivo, seguiría siendo una cifra muy por debajo de las posibilidades de empleo juvenil que necesita el país y que ascienden a 3,2 millones”.
“Justicia y Paz” también cree que los sudafricanos debe preocuparse porque “la realidad del desempleo juvenil en nuestro país es un síntoma de un problema más profundo de un capitalismo salvaje que ha creado una crisis económica mundial, que ni los mismos capitalistas son capaces de resolver”.
Mons. Gabuza concluye advirtiendo que “en un mundo en el que la dignidad del trabajo está sujeto al poder de lucro, se crea una sociedad del descarte en la que se pierde el profundo respeto de la dignidad del trabajo y donde los jóvenes y los ancianos se ven reducidos a coste de producción que pueden ser eliminados fácilmente cuando es necesario”. (L.M.) (Agencia Fides 3/5/2016)


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