ASIA/FILIPINAS - Nueva misión del Pime en la periferia

lunes, 14 marzo 2016 institutos misioneros   iglesias locales   pobreza  

Manila (Agencia Fides) – La patrona de la nueva misión creada por el Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (Pime) en las Filipinas es Santa Teresita del Niño Jesus, una santa misionera. La localidad elegida es conocida con el nombre de General Mariano Alvarez (nombre de uno de los héroes de la guerra de la independencia de España), que está situada en la diócesis de Imus, en las afueras de la capital, Manila. Según el convenio firmado entre el Pime y el obispo local, Su Exc. Mons. Reynaldo Gonda Evangelista, dirigirá la misión el padre Giuseppe Carrara, de 51 años, activo desde 1994 en Filipinas, donde ha trabajado pastoralmente en varios contextos: en Mindanao, especialmente en las zonas rurales con una fuerte presencia no cristiana (tribal o musulmana); a continuación, en el norte, primero en Mindoro y lueglo en Cavite.
Como señala una nota del Instituto, recibida por la Agencia Fides, el P. Carrara explica las razones de la decisión de abrir una nueva misión: “El Papa Francisco hace tiempo que ha lanzado el reto de trabajar en las periferias de las grandes ciudades. Además ha surgido la posibilidad de una introducción pastoral en la diócesis de Imus. La zona confiada al Pime es pequeña territorialmente: alrededor de 4 km de largo y 2 km de ancho. Sin embargo, la población es significativa: “aproximadamente 20.000 personas que seguramente aumentarán en los próximos años debido al desarrollo de la zona”.
La posición de esta zona es periférica tanto en comparación con Manila o con la provincia de pertenencia, Cavite: es una zona “tampón” entre las dos áreas donde el gobierno lleva años transfiriendo a masas de personas provenientes de los barrios pobres de Manila. De hecho, estas personas constituyen la gran mayoría de la población. “Esto significa que, desde un punto de vista económico - continúa el misionero - muchas personas han encontrado una pequeña y decente casa, pero han perdido sus puestos de trabajo, lo que explica la alta tasa de criminalidad: robo, drogas, homicidios”. La misión en esta periferia tendrá que hacer frente a problemas como el malestar social, el desempleo, la adicción a las drogas, que a menudo afecta a los jóvenes. La experiencia desde la que empezar es el primer encuentro de la juventud asiática, una versión continental de la JMJ, que se celebró en la diócesis de Imus en 2009. (PA) (Agencia Fides 14/3/2016)


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