AMERICA/PERU - El Centro para Catequistas del Vicariato de Jaén ha preparado en 40 años a 1.615 catequistas especialmente para la evangelización de las localidades más inaccesibles y lejanas

martes, 26 julio 2005

Cajamarca (Agencia Fides) - El Vicariato de Jaén, en la zona Nororiental del Perú, se extiende sobre un territorio constituido por dos zonas bien distinguidas: la zona campesina, que comprende las provincias de Jaén y San Ignacio, en el departamento de Cajamarca y la zona de la selva, que comprende la provincia de Condorcanqui y los distritos de la provincia de Bagua, Aramango e Imaza, del departamento de Amazonas. La extensión del Vicariato es de 32,572 km2. La población es de 480.257 habitantes, de los cuales 373.800 son católicos.
Las dificultades para poder llegar a todas las comunidades son múltiples y variadas, sea por las distancias que por la diversidad de caracteres culturales, ligadas a las diversas lenguas locales. Por tanto, considerado la importante contribución que los catequistas nativos pueden dar a la pastoral y a la obra de evangelización, el Vicariato Apostólico instituyó hace 40 años un Centro de Promotores Municipales-catequistas dónde se forman catequistas-líder, que son en sus comunidades, elementos que arrastran. En estas cuatro décadas, el Centro ha formado a 1.615 catequistas-líderes que desarrollan un papel fundamental en la evangelización de las comunidades más lejanas, especialmente en las localidades más inaccesibles del Vicariato que no tienen un sacerdote domiciliado. Además, los catequistas líderes también desarrollan múltiples trabajos orientados al desarrollo de las comunidades. Actualmente se están formando en el Vicariato 66 nuevos promotores de la salud, por medio de cursos dirigidos a la protección del entorno como vía para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones.
Sor Armida Santiago, actual Responsable del Centro, señala que los catequistas, en vista de su importante papel en las comunidades, reciben una formación prolongada y seria, que no se limita a la participación en cursos de formación técnica y teológica, sino que también participan en jornadas, retiros y vigilias de oración, con el objetivo de hacerles crecer espiritualmente y por lo tanto ayudarles a vivir el Evangelio y comunicar a Cristo a los hermanos con su testimonio. (RZ) (Agencia Fides 26/7/2005 - Líneas: 27 Palabras: 356)


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