AFRICA - Minerales de sangre: llamamiento a los organismos de la UE por una regulación eficaz

sábado, 27 febrero 2016

Mons. Ambongo

Roma (Agencia Fides) - Dos semanas después del inicio del “Triálogo”, (es decir de las negociaciones entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los 28 Estados miembros de la UE que integran el Consejo de la Unión Europea), la FOCSIV (Federación de Organizaciones Cristianas para el Servicio Internacional Voluntario) y el CIDSE, que reúne a una serie de organizaciones católicas internacionales que trabajan por el desarrollo, han invitado a los Estados miembros de la UE a considerar seriamente la cuestión de los minerales de los países en guerra, en lugar de apoyar una posición que antepone las ganancias a los derechos.
“El Consejo se opone a una ley basada en un enfoque obligatorio mientras que está a favor de un sistema voluntario y parcial, que no es suficiente para resolver el problema de los minerales de zonas de conflicto y para garantizar que, detrás de los dispositivos electrónicos que utilizamos, no se oculten crímenes y sufrimiento”, afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides, en el que se subraya que es posible extraer minerales de África respetando los derechos de los mineros.
Es el caso de la mina Fungamwaka en la República Democrática del Congo, que se define como “ejemplo de una 'mina limpia', donde el trabajo infantil está prohibido y donde no hay grupos rebeldes que se financien ilegalmente extorsionando a los mineros”.
En un vídeo mensaje, Su Exc. Mons. Fridolin Ambongo Beseungu, obispo de Bokungu-Ikela, afirma:
“Esperamos que la posición de los estados miembros de la UE puede evolucionar hacia una regulación vinculante, ya que en mi opinión una ley que no es vinculante no es una ley”. Según Mons. Ambongo, los Estados miembros de la UE son más sensibles a ciertos asuntos económicos y menos a la dimensión humanitaria y los problemas éticos y morales relacionados con la explotación minera. Mons. Ambongo hace hincapié en que la falta de una legislación adecuada sobre los minerales de zonas de conflicto plantea un problema para los consumidores: “Utilizar un producto, sin saber de dónde viene, con el riesgo que pueda provenir de una zona de conflicto y contener minerales manchados de sangre, puede crear un problema de conciencia para muchos ciudadanos europeos”. (L.M.) (Agencia Fides 27/2/2016)


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