AFRICA/REP. CENTROAFRICANA - “Esperanza por las elecciones del nuevo Presidente, pero continuamos sufriendo la presencia de las LRA” dice el obispo de Bangassou

jueves, 25 febrero 2016 grupos armados   elecciones  

Bangui (Agencia Fides) - “Por fin tenemos un nuevo presidente. Más allá de la persona que ocupa el cargo, lo importante es que tenemos un nuevo Presidente que esperamos pueda ayudar al país a salir del abismo en el que estamos hundidos desde hace tres años” dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Juan José Aguirre Muños, obispo de Bangassou, comentando la elección en la segunda vuelta electoral, de Faustin Archange Touadéra como Jefe de Estado de la República Centroafricana. La elección debería abrir el camino a la normalización del País después del caos creado por el enfrentamiento entre la rebelión Seleka (que hizo caer en 2012 al Presidente François Bozizé ) y las milicias anti-balaka.
La situación política nos da una gran esperanza porque vemos la luz al final del túnel, pero aquí en la zona de Bangassou vivimos, siempre bajo la amenaza del LRA, el grupo guerrillero de origen ugandés que lleva años atacando a los pueblos de la diócesis”, dice Mons. Aguirre.
“Hay por lo menos 10 grupos del LRA que saquean los pueblos, destruyendo graneros y obligando a los jóvenes a llevar las mercancías robadas. En algunos casos, los jóvenes permanecen de 5 a 10 días en manos del LRA, pero muchos de ellos nunca regresan”, añade el obispo.
Mons. Aguirre se reunió el otro día con un Joven que, después de cuatro años de cautiverio, logró escapar de las manos de sus torturadores del LRA. “Este hombre, Alain, me dijo que había sido capturado en un pueblo cerca de Mbre, con su esposa, sus hijos, su madre y la familia de su hermano. En sus 4 años de prisión no ha tenido noticias acerca de lo que sucedía en el resto de Centro-áfrica, no conocía ni Seleka ni las milicias anti-Balaka” dice el Obispo.
“Las condiciones de vida de los esclavos del LRA son insoportables. La madre de Alain se vio obligada a llevar por el bosque de 20-30 kilos de suministros sobre la cabeza. Después de 8 horas de marcha al caer al suelo fue asesinada con machetes. La esposa de Alain sufrió la violación de uno de los líderes del LRA y quedó embarazada. Se desangró hasta la muerte por una hemorragia interna en el quinto mes de embarazo porque también la obligaron a hacer de transportadora. Cuando Alain consiguió escapar perdió el contacto con sus hijos y la familia de su hermano”.
“Esto es sólo una de las muchas historias de esclavos del LRA que son tratados como animales por sus secuestradores. Es un sufrimiento que no podemos ni imaginar” concluye Mons. Aguirre. (L.M.) (Agencia Fides 25/2/2016)


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