AMERICA/CANADA - Canadá cuarto país en legalizar el llamado ‘matrimonio’entre personas del mismo sexo, pero para los Obispos el debate no ha terminado: “la realidad fundamental y universal del matrimonio continuará siendo la unión exclusiva de un hombre y una mujer para la vida”

jueves, 21 julio 2005

Ottawa (Agencia Fides) - El Senado canadiense aprobó ayer, 20 de julio, el proyecto C-38, que legaliza los llamados ‘matrimonios’ entre personas del mismo sexo, por 47 votos a favor, 21 en contra y 3 abstenciones, con lo que se ha convertido en el cuarto país del mundo en legalizar estas uniones después de Bélgica, Holanda y España. La nueva ley, aprobada por la Cámara de los Comunes el pasado 28 de junio, garantiza los mismos derechos de las parejas heterosexuales, algo que ya ocurría en ocho de las diez provincias de Canadá.
Inmediatamente después de su aprobación, la Conferencia Episcopal Canadiense emitió en una nota en la que afirman que aunque el Senado canadiense haya aprobado esta ley, “la realidad fundamental y universal del matrimonio continuará siendo la unión exclusiva de un hombre y una mujer para la vida”. En este sentido para la Iglesia católica, la nueva ley “desnaturaliza los valores y principios morales” y, por tanto, “los católicos continuarán oponiéndose y asegurando que todas las reglamentaciones provinciales y territoriales respecto la celebración del matrimonio, ofrezcan una protección completa de la libertad de conciencia y de religión, según garantiza la Carta constitucional de Derechos y Libertades”.
Los Obispos subrayan los numerosos esfuerzos de muchos canadienses de todas las creencias religiosas que han realizado para defender y proteger la realidad del matrimonio “aún a costa de sacrificios personales e incluso con peligro de sus carreras”. Sin embargo lamentan que haya habido católicos que hayan promovido la redefinición del matrimonio.
Para los Obispos canadienses está claro que el debate está lejos de haber acabado y constituirá un problema definitivo en las próximas elecciones federales. Para ello estudiarán “las consecuencias inmediatas de esta decisión” y realizarán ulteriores reflexiones para ayudar en la protección del matrimonio, la vida y la familia. Terminan los Obispos afirmando en la nota que aunque la definición tradicional del matrimonio debe ser mantenida, esto no supone en modo alguno discriminación contra los homosexuales que deben ser tratados siempre con respeto. (RG) (Agencia Fides 21/7/2005 Líneas: 29 Palabras: 376)


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