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Roma (Agencia Fides) – Fundada en 1867 por el Beato Daniel Comboni (1831-1881), que será canonizado el próximo 5 de octubre, los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCI) son en la actualidad 1.823, presentes en cuatro continentes: África (793), Asia(28), América Latina (443), Europa y Norteamérica (559). Trabajan en los contextos mas diversos de la misión: primera evangelización, periferia de las megápolis, formación de los trabajadores pastorales, promoción de los indios y los afroamericanos, animación vocacional , sin contar con la fuerte presencia en el campo de los medios de comunicación. El XVI Capítulo General del Instituto que se abrirá el 1 de septiembre, será la ocasión para resaltar la identidad del misionero comboniano y reflexionar sobre los nuevos caminos de la misión en el Tercer Milenio. La Agencia Fides ha dirigido algunas preguntas al P. Juan González Núñez, Asistente General encargado de la Comisión Preparatoria del Capítulo.
El Capítulo General representa para cada Instituto un momento de comprobación y de programación. ¿Sobre que temas se centrará el Capítulo de los Combonianos?
El tema central del XVI Capítulo General lleva como título “La misión de los Combonianos al inicio del Tercer Milenio”. En este momento particular en el que el concepto y la practica de la misión ad gentes está sufriendo fuertes cambios, sentimos la necesidad de aclararnos a nosotros mismos qué entendemos por misión ad gentes y qué campos de esta consideramos prioritarios para nuestro Instituto, dado que nuestras fuerzas son limitadas y no los podemos abarcar todos. Dado que el tema del Capítulo fue fijado en la Asamblea Intercapitular del 2000, durante estos tres años se ha enviado un cuestionario a todos los miembros del instituto y, en base a el, se ha preparado el Instrumentum Laboris, que servirá de base a los trabajos capitulares.
¿Cuándo tendrá lugar el Capítulo y cuántos miembros participarán?
El Capítulo comenzará oficialmente el día 1 de septiembre y terminará a finales del mismo mes o primeros de octubre, en vísperas de la canonización de nuestro fundador, Daniel Comboni. El número de participantes es de 83 divididos de la siguiente manera: 28 capitulares de derecho (Consejo General y provinciales); 42 capitulares elegidos por las provincias (33 sacerdotes y 9 Hermanos); 11 observadores (sin derecho a voto); 2 secretarios.
Los Combonianos trabajan en muchos y diversos frentes de la misión ad gentes. ¿Nos puede indicar los ambientes en los que trabajan mayoritariamente en los diversos continentes?
El 43% de los Combonianos trabaja en África, el 27% en Europa, el 26% en América y el 2% en Asia. En África el trabajo principal es de primera evangelización entre los grupos étnicos más marginados (nómadas, pigmeos...).En los últimos tiempos ha habido una mayor atención a la periferias de las ciudades y se tiene presente la formación de los trabajadores pastorales locales (sacerdotes, religiosas, catequistas...). En América una parte importante está en la animación misionera de la Iglesia local. Pastoralmente estamos presentes en las periferias y entre grupos marginados (indios, afroamericanos..). En Europa la actividad principal es la animación misionera. Últimamente se está dando mucha atención a los emigrantes, con alguna presencia significativa entre ellos. En Asia nuestra presencia es pequeña y centrada principalmente en la animación misionera y la promoción vocacional (Filipinas), con una presencia inicial de primera evangelización en Macao y Taiwán. Es importante también relevar la fuerte presencia de los Combonianos en los medios de comunicación en todos los continentes, con revistas (más de veinte en todo el mundo), programas de radio y TV, producciones de video....
¿En que líneas se inspiran hoy los Combonianos para vivir la misión?
Los Combonianos nos inspiramos en dos principios metodológicos que eran como dos slogans para nuecero Fundador, Daniel Comboni. El primero es “salvar África con África” y el segundo es “ser cenáculos de apóstoles”.
El primero exige: respeto y atención a los interlocutores de nuestro mensaje, estudiar bien su lengua y cultura, descubrir los valores del Reino ya presentes en ella; caminar con ellos adoptando su estilo y ritmo de vida, adoptar medios pobres en nuestra obra de evangelización; atención a los agentes de pastoral locales: promover cuanto antes la formación de la iglesia local con agentes propios allí donde no existen y colaborar con respeto y fraternidad allí donde ya existe; privilegiar aquellos proyectos pastorales y sociales a los que localmente se pueda dar una continuidad; esta a su lado en su lucha por el advenimiento de la justicia y la paz.
El segundo principio exige: vivir en comunidad, es decir, amarse y respetarse, como signo de la llegada del Reino; ser modelo para la pequeñas comunidades cristianas donde se debe reproducir el “un solo corazón y una sola alma” que reinaba en las comunidades primitivas; evangelizar como comunidad es decir, orar, planear y trabajar juntos para garantizar una mayor continuidad en nuestra obra evangelizadora. (S.L.) (Agencia Fides 1/8/2003 Líneas: 70 Palabras: 840)
