EUROPA/ESPAÑA - “No podemos aceptar pasivamente un ataque tan grave a nuestras tradiciones y nuestros modos de vida persona y social”: los Obispos españoles en defensa del matrimonio y la familia por el bien de la nación y de la sociedad

martes, 19 julio 2005

Madrid (Agencia Fides) - Ante la aprobación en España del “matrimonio” entre personas del mismo sexo con la adopción de niños y el llamado “divorcio exprés” los Obispos continúan mostrando su desacuerdo y llamando a los católicos a defender los auténticos valores por el bien de la nación y de la sociedad.
“Defender la familia” es el título de la carta escrita por Mons. Fernando Sebastián Aguilar, Arzobispo de Pamplona, en la que afirma que desde hace años se viene difundiendo una visión y una práctica de la sexualidad humanamente empobrecida, reducida al mero placer y bienestar y que ahora se ve “reforzada por la actividad legislativa de nuestros gobernantes”. Lo grave, continua el Arzobispo es que se conceda unos derechos a estas parejas del mismo sexo “como consecuencia de reconocer esta forma de convivencia como un verdadero matrimonio”, con lo que “queda modificada la noción y la realidad del verdadero matrimonio”. Y es igualmente grave, señala el Arzobispo la legalización del llamado “divorcio exprés”. “A partir de ahora, la legislación civil española favorece las uniones efímeras y todo el cúmulo de sufrimientos que llevan anejos para las interesados y sobre todo para los hijos”. Estas leyes “son un autentico ataque al matrimonio y a la familia y por ello a la felicidad de las personas y al bienestar social”.
Ante estos ataques, el Arzobispo anima a los cristianos a defender la verdadera noción de matrimonio: “defendemos la familia porque la reconocemos como un bien decisivo para la sociedad”. Ante la pregunta de que podemos hacer los cristianos para defender la familia Mons. Fernando propone en primer lugar comenzar por respetar nuestra propia familia y mostrar a la sociedad la grandeza del matrimonio “entendido y vivido desde un amor firme y estable”. Propone también rezar para que nuestros jóvenes descubran el valor de la castidad y las familias se proyecten según el espíritu de Jesucristo y las enseñanzas de la Iglesia. Y también “podemos y debemos intentar influir en la opinión pública y en la vida política de nuestra sociedad utilizando los recursos que nos ofrece el ordenamiento democrático”. “No podemos aceptar pasivamente un ataque tan grave a nuestras tradiciones y nuestros modos de vida persona y social” concluye la carta.
Mons. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Valladolid se pregunta en una carta pastoral titulada “De matrimonio y de jóvenes”, con fecha 17 de julio, si el gobierno español habrá caído en la cuenta de los efectos tan negativos que tendrán las dos reformas del Código Civil que se acaban de realizar. “La institución del matrimonio - se lee en la carta - ha perdido su nota propia de estabilidad legal y ha quedado reducida aun mero contrato ligero que cualquiera de las partes puede rescindir en virtud de su mera voluntad a los tres meses de haberlo estipulado”. Según el Arzobispo estas reformas “es dar un paso en el vacío que se notará en nuestras sociedad”. Y no es solo un ataque, firma Mons. Braulio, contra la Iglesia y el matrimonio canónico, como se afirma, sino que es un ataque contra el propio hombre pues en el fondo “no se reconoce la realidad antropológica y social de la unión del hombre y mujer en su especificidad y en su insustituible valor para el bien común, en concreto para la realización personal de los cónyuges pero sobre todo para la procreación y la educación de los hijos”. Mons. Braulio centra su defensa del matrimonio en educar a los jóvenes cristianos en temas de matrimonio y familia “para que no caigan en banalidades que tantas veces destruyen a las personas” pues “en lo profundo del corazón desean un amor puro y hermosos” y es necesario “que haya quienes les digan que nada puede concederles un amor así fuera de Dios”. (RG) (Agencia Fides 19/7/2005 Líneas: 46 Palabras: 668)


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