AFRICA/ZIMBABWE - Hemos permitido que la cultura de la violencia permaneciera entre nosotros desde el tiempo de la guerra de liberación" dicen los líderes cristianos de Zimbabwe con ocasión de los 25 años de independencia del País

lunes, 18 julio 2005

Harare (Agencia Fides) - "La violencia se ha establecido entre nosotros" afirman los jefes de las Iglesias cristianas de Zimbabwe en un mensaje con ocasión de los 25 años de independencia del País "Estamos ya acostumbrados a los cada vez más difundidos atracos violentos en nuestras ciudades y aldeas" se lee en el mensaje titulado "A call to conscience" y firmado por la parte católica por Mons. Michael D Bhasera, Obispo de Masvingo y Presidente de las Conferencia Episcopal de Zimbabwe. Zimbabwe sufre desde hace años una grave crisis social, política y económica, recientemente agravada por la operación de policía Murambatsvina" (Operación "Restaurar el orden") que ha sido criticada incluso por una delegación ecuménica surafricana que ha visitado recientemente el País (ver Fides 30 de mayo, 21 de junio y 12 de julio del 2005).
La violencia no es sólo física sino también moral: "conocemos las dificultades que encuentran las personas para conseguir servicios de las oficinas públicas. También esta es una forma de violencia. Sabemos que el VIH y SIDA se están difundiendo entre nosotros porque los hombres se aprovechan de las mujeres, especialmente de las jóvenes. También esto es violencia. Y está muy extendido el empleo de la violencia entre los oficiales públicos, especialmente políticos, para conseguir lo que quieren. Hemos permitido que la cultura de la violencia permaneciera entre nosotros desde el tiempo de la guerra de liberación."
"Reflexionando sobre nuestros 25 años de independencia" continúan los jefes de las iglesias cristianas "somos conscientes de que los valores con los que vivimos no son para nada aquellos a los que aspirábamos durante la lucha por la independencia. Muchos discursos de ese tiempo exaltaban la idea de la libertad. Esta significa igualdad ante la ley, igualdad de oportunidades de acceso a la educación, al trabajo, a la vivienda y a la tierra; posibilidad de asociarse con otros; participación en el proceso decisional y en la producción. Se proclamó la reconciliación con los viejos enemigos. Hubo euforia y una atmósfera parecida a una fiesta de matrimonio."
Los relatores del documento afirman en todo caso que se han conseguido resultados positivos en campos como el educativo donde "el programa de construcción escolar desde la década 1980 fue realmente impresionante. De manera parecida también se potenciaron los servicios sanitarios: se construyeron hospitales y personal médico procedente del extranjero, en particular de Cuba, cubrió la falta de personal local. También mejoramos las carreteras y se extendió la erogación de la electricidad a algunas áreas rurales."
"Hoy las conquistas de los años 80 están en ruinas y los nobles sentimientos de aquel tiempo aparecen como míseros. La realidad de nuestras casas y escuelas, de nuestros hospitales y de los edificios públicos, es la de una desalentadora decadencia. La única preocupación de muchas familias en el País es encontrar la siguiente comida. Los planes para el futuro constituyen un lujo que se debe dejar a un lado" afirman los jefes religiosos.
Para salir de esta situación, los líderes cristianos recuerdan que la esperanza cristiana deriva del hecho de que "Jesús de Nazareth es el Señor de la Historia. Distintos de los que revisten cargos de responsabilidad se profesan cristianos y comparten esta creencia. Mientras el gobierno debe ejercer su papel para la consolidación del bien común, las iglesias deben intensificar sus esfuerzos para impartir las enseñanzas sociales basadas en el Evangelio para la construcción de la paz y de la nación". (L.M) (Agencia Fides 18/7/2005 Líneas: 44 Palabras: 604)


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