ASIA/MONGOLIA - "Venid y veréis": el llamamiento a la evangelización de la Iglesia en Mongolia solicita a jóvenes y adultos, a una "primavera de la fe”

jueves, 14 julio 2005

Ulaanbataar (Agencia Fides) - La comunidad católica en Mongolia se encuentra en fase de grande crecimiento: cuando los primeros misioneros entraron en el país en 1992, después de los años oscuros de la dominación comunista, en el país no había fieles católicos y el trabajo de "implantatio fidei" tuvo que empezar de cero. Hoy los fieles bautizados son acerca de 300 y numerosos están en vías de formación, en espera de recibir el bautismo, mientras la comunidad católica se desvela para asistir a los sin techo, a huérfanos y familias pobres, ofreciendo un testimonio del amor de Dios hacia todo hombre.
Recientemente cerca de 100 nuevos jóvenes y adultos han recibido la Primera Comunión, con gran alegría de toda la comunidad. La celebración en la Catedral de Ulaanbataar ha atraído a numerosos no católicos, que se han acercado a la Palabra de Jesús, con el espíritu de quien busca la verdad y la respuesta a los interrogantes de la existencia humana. Esto es un signo alentador para la comunidad, que vive en un país de 2,7 millones de personas, generalmente pastores nómadas. Después de la salida del comunismo, el gobierno de la recién nacida República restableció la libertad religiosa, que había estado negada en el pasado, y restableció las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Así Juan Oablo II pidió a la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Maria (CICM) enviar personal religioso a Mongolia.
"Cuando llegamos aquí en 1992 - cuenta a Fides el Obispo Wenceslao Padilla, actual Prefecto Apostólico - decidimos adoptar la estrategia pastoral de decir a todos: venid y veréis. Empezamos nuestro trabajo tomando atendiendo a los chicos de la calle y las familias con más dificultad. Poco a poco se unieron voluntarios locales y nos preguntaban el por qué de nuestro trabajo. En ese momento pudimos dar testimonio de nuestra fe, diciendo que nos motivaba el amor de Jesucristo, que ama a todo hombre, especialmente cuando sufre. Así la Iglesia ha ido creciendo y el mensaje evangélicos ha ido llenando el vacío creado en el corazón humano por el ateísmo comunista."
También los misioneros que trabajan en Mongolia han ido aumentando con el tiempo: entre otros, hoy hay Salesianos, que quieren fundar una "Ciudad de los Muchachos” en Mongolia" y ofrecer instrucción y formación profesional. Están presentes también las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa que se ocupan de los enfermos terminales y de los grupos marginados, asistiendo a más de 60 familias.
Mongolia está viviendo una auténtica nueva primavera de la fe, con un reflorecimiento de creyentes y catecúmenos. En la celebración de Pascua 2005 hubo 50 nuevos bautismos y se esperan más de 100 para la Pascua del 2006. (PA) (Agencia Fides 14/07/2005 Líneas: 35 Palabras: 475)


Compartir: