ASIA/PAKISTAN - Oración y respeto recíproco para acercar las comunidades cristianas e islámicas en Pakistán y en todo el mundo

miércoles, 13 julio 2005

Lahore (Agencia Fides) - "Tenemos que respetar a cuantos profesan una fe distinta de la nuestra. Dios nos ha creado diferentes y aprecia las diferencias, que son siempre una riqueza": lo ha dicho el líder musulmán pakistaní Pir Allama Shafaq Rasool durante un simposio sobre temas del diálogo islámico-cristiano que se ha tenido recientemente en Lahore, organizado por la Comisión Nacional para el Diálogo entre las religiones.
En el seminario han participado más de 200 fieles de diversas comunidades religiosas, que se han interrogado sobre el futuro del diálogo y la convivencia islámico-cristiana, a la luz de los recientes atentados de Londres, que han revuelto Europa.
Los líderes musulmanes presentes, condenando la matanza de Londres, han dicho que "el odio ha expulsado el respeto por el ser humano. Todos nosotros somos hijos de Dios. Debemos respetar y amar a todos los seres humanos de este mundo."
Los delegados islámicos han subrayado la bondad de la doctrina sufi (la mística islámica) para promover el bien de la humanidad: la oración y la escucha recíproca continúan siendo un camino que se debe recorrer para contribuir a la convivencia y a las buenas relaciones entre los diversos credos.
También el P. dominico Rehmat Raja ha reafirmado que la oración y el misticismo son un punto de contacto fundamental entre la religión islámica y la cristiana. "En la actual situación de Pakistán, caracterizada todavía por episodios de violencia e intolerancia, redescubrir el misticismo puede ayudar a acercar a las comunidades, mientras que la doctrina de los fundamentalistas las ha separado. Los místicos enseñan el respeto, la tolerancia, la acogida del prójimo."
Por ello, el PRaja ha invitado a sacerdotes, religiosas y laicos a dar siempre gran relevancia a la espiritualidad en el ámbito de las relaciones interreligiosas. "Tenemos que reconocer los signos de los tiempos y trabajar en lo que hoy es ya una aldea global: a partir del respeto hacia toda persona que es diferente, según su nacionalidad, cultura o religión". (PA) (Agencia Fides 13/7/2005 Líneas: 27 Palabras: 348)


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