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Manila (Agencia Fides )- “Condenamos con todas nuestras fuerzas todo acto de violencia terrorista. Son gestos que perjudican a todos, especialmente a los musulmanes que viven en los países occidentales, y que de esta forma serán vistos cada vez más con sospecha y desconfianza. Tenemos que poner atención a no poner la etiqueta del terrorismo islámico a cualquier cosa. No hay que sacar conclusiones apresuradas atribuyendo la responsabilidad del terrorismo al mundo musulmán o a la religión islámica”. Con estas palabras se ha expresado para la Agencia Fides el Padre Sebastiano D’Ambra, misionero del Pontificio Instituto Estere que opera en la Filipinas. Padre D’Ambra, en concreto, vive en el área meridional del archipiélago, en la isla de Mindanao, una zona de alta densidad islámica. El misionero trabaja intensamente en el frente del diálogo islámico-cristiano y ha fundado el movimiento “Silsilah” que promueve iniciativas de formación de oración en el campo de las relaciones interreligiosas. Padre D’Ambra dice a la Fides: “Si las noticias se confirman y la matriz de los atentados de Londres se puede reconducir a grupos radicales islámicos, la lógica es verdaderamente cruel; se está intentando exportar el terrorismo presente en Irak hacia los países europeos, sobre todo hacia aquéllos que han contribuido a la guerra en Irak. En esta parte del mundo, hablando de Asia oriental, estamos preocupados y disgustados”.
“Nutro el temor de que estos episodios puedan influir negativamente sobre los esfuerzos islámico-cristianos que se están cumpliendo en tantas partes del mundo”, añade el misionero. “Estos actos perjudican sobre todo al Islam, que para la opinión pública internacional corre cada vez más el riesgo de asociarse al terrorismo, y constituyen un duro golpe para la imagen del Islam moderado”.
(P.A.) (Agencia Fides 08/07/05)
