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Nairobi (Agencia Fides) – Es todavía difícil trazar un balance preciso sobre el número de víctimas y daños provocados por las inundaciones que afectaron a Kenia a finales de abril. Hasta el momento se cuenta una treintena de muertos y un millón sin techo, pero muchas zonas permanecen todavía aisladas y no han llegado las ayudas.
“La fase de emergencia acaba apenas de comenzar, pero el país se está ya interrogando sobre como evitar en un futuro episodios de este género” dicen la fuentes locales contactadas por la Agencia Fides en Nairobi. “Kenia vive entre dos amenazas opuestas: la seguía y las inundaciones. Para afrontar estas dos emergencias en necesario una política del agua que hasta el momento falta. Los gobiernos precedentes no han formulado nunca planes para la gestión de los ríos y los lagos, dejando al país en una situación difícil. El nuevo gobierno se verá ahora obligado a afrontar la cuestión. En este sentido el último desastre puede ser un estímulo para iniciar el estudio de una política del agua. El crédito que este gobierno encuentra a nivel internacional contribuirá a hacerle mas fácil el encontrar en las instituciones internacionales el capital necesario para implantar los planes”.
“Una plan de gestión del agua” añaden las fuentes de la Agencia Fides “aparece urgente viendo los campos anegados, sabiendo que toda esta agua no será recuperada para usos futuros sino que se perderá. Después, la próxima emergencia podrá ser muy bien la sequía. Es una de las paradojas de este bellísimo país. Hasta el momento solo algunas diócesi catolizas han iniciado proyectos para abastecer de agua a los campesinos; se trata de proyectos tan solo parciales. Solo el gobierno puede promover un proyecto nacional de amplio respiro”. (L.M.) (Agencia Fides 7/5/2003 Líneas: 25 Palabras: 303)
