AFRICA/BURUNDI - La comunidad internacional, que ha cumplido admirables esfuerzos para devolver la paz y promover la democracia, ahora tiene que apoyar el desarrollo de Burundi

jueves, 7 julio 2005

Bujumbura (AgenciA Fides) - “Se abren escenarios positivos e inéditos tras la victoria del Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD)”, comentan a la Agencia Fides fuentes locales desde Bujumbura, capital de Burundi, después de que el Presidente saliente Domitien Ndayizeye haya reconocido la victoria del ex movimiento de guerrilla en las elecciones parlamentarias del 4 de julio (ver Fides 4 y 5 de julio 2005).
Según datos aún parciales, pero considerados atendibles por la mayoría de los observadores locales e internacionales, el CNDD-FDD ha obtenido la victoria consiguiendo el 58% de los votos. “El resultado oficial del voto se hará público el 20 de julio, después de que se hayan dado dos días para presentar eventuales recursos que serán examinados en otros 8 días por el Tribunal Superior. Solo después de todo esto el resultado será definitivo. No parece de todas formas que por el momento haya particulares contestaciones”, dicen las fuentes de Fides.
“La población ha votado para imprimir un cambio al país y éste es seguramente un dato que todos tienen que aceptar”, afirman nuestras fuentes. “Este éxito ha sido elogiado por los observadores internacionales que además han constatado el papel positivo desarrollado por el ejército burundés asegurando el correcto funcionamiento de las elecciones y los esfuerzos cumplidos por el personal administrativo para resolver algunos problemas que se han verificado durante las elecciones. Se trata pues de un resultado importante para un país que sale de más de 10 años de guerra civil”.
El CNDD es el ala política de las FDD, que han combatido durante años contra el gobierno de Bujumbura. Pese a estar formado en gran parte de hutus, la etnia mayoritaria de Burundi, este movimiento ha acogido también personas de la minoría tuzi que, hasta los acuerdos de paz, dominaba la escena política burundesa, principalmente a través del control del ejército. “En el curso de la campaña electoral, el CNDD se ha presentado como un partido nacional, y no étnico, abriendo el camino a un cambio de perspectiva en la política burundesa”.,subrayan las fuentes de Fides. “Recuérdese que en el momento de su formación, la mayoría de los partidos borundeses eran movimientos nacionales y no formados en base a la etnia. Esta característica se asumió después”.
El CNDD-FDD ha vuelto a formar parte de la vida política burundesa después de haber firmado los acuerdos de paz de Pretoria (Sudáfrica) del 2003, que prevén también que el 40% de los puestos de los oficiales del ejército y el 35% de los de la gendarmería sean asignados a los ex rebeldes.
“Tras la elección del presidente de la República, en agosto, Burundi habrá concluido su periodo de transición. Quedan aún algunas incógnitas: la completa aceptación del resultado electoral, vista la posibilidad de presentar recursos, y las tratativas con el último grupo rebelde todavía en actividad, las Fuerzas de Liberación Nacional (FNL)”, afirman las fuentes. “De todas maneras, el CNDD ha afirmado haber emprendido tratativas con el FNL. El verdadero problema es, sin embargo, el desarrollo. El Burundi ha perdido años a causa de la guerra civil: todos los recursos del país se destinaban al esfuerzo bélico. Es hora de pensar en el bien del país. Esperemos que la dirigencia que ha salido de las urnas esté a la altura del deber que le espera. La comunidad internacional, que ha cumplido admirables esfuerzos para devolver la paz y promover la democracia, ahora tiene que apoyar el desarrollo del Burundi”.
(L.M.) (Agencia Fides 7/07/05)


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