VATICANO - “La Eucaristia: fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia”; presentado el Instrumentum laboris de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

jueves, 7 julio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En la Sala de Prensa de la Santa Sede se ha presentado hoy el Insreumentum laboris de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en el Vaticano del 2 al 23 de octubre 2005, sobre el tema: “La Eucaristía: fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia”. Su Excelencia Monseñor Nikola Eterovi´c, Secretario General del Sínodo de los Obispos, ha descrito el itinerario de preparación de una Asamblea del Sínodo de los Obispos, evidenciando el método colegial del trabajo sinodal.
Los “Lineamenta” de la XI Asamblea General Ordinaria fueron publicados a principios del 2004 y “la recepción del documento ha sido muy positiva -ha subrayado Monseñor Nikola Eterovi´c- como resulta sobre todo de las respuestas que han llegado hasta la Secretaría General del Sínodo de los Obispos...La consistente correspondencia demuestra gran entusiasmo por el tema elegido y notable interés por los resultados de la próxima Asamblea General Ordinaria. Los resultados enviados a la Secretaría General han permitido tener un panorama fiel, a nivel de la Iglesia universal, sobre la percepción, sobre la celebración y sobre la influencia en la vida personal, familiar, comunitaria y social del sacramento de la Eucaristía, grande misterio y don de Dios para su Iglesia”.
El Secretario General del Sínodo ha ilustrado algunos aspectos innovadores del trabajo sinodal, favorecidos por el llorado Papa Juan Pablo II y recomendados por su sucesor Benedicto XVI. La asamblea sinodal durará tres, y no cuatro, semanas, del 2 al 23 de octubre, para favorecer la permanencia de los Obispos en sus sedes, mientras el número de los participantes permanecerá invariado, alrededor de 250. El Santo Padre, además, para respetar la continuidad y la praxis positiva de la experiencia sinodal, ha querido aportar modificaciones al desarrollo de la asamblea “para concentrar mayormente los trabajos y para favorecer mayormente el aspecto colegial y sinodal”. Cada padre sinodal podrá intervenir en el aula durante 6 minutos, y no 8 como se hacía precedentemente, para abreviar el tiempo de la Asamblea y para consentir la introducción de intervenciones libres durante una hora, desde las 18 hasta las 19, cada día, al término de la Congregación general. “Dicha disposición enriquece la metodología del trabajo sinodal. Permitirá a los miembros pedir y obtener más informaciones por parte de los padres sinodales que hubieran ya hablado en el aula, refiriendo acerca de la situación de las respectivas Iglesias locales. Además, con dicho procedimiento se espera profundizar, en un abierto intercambio de pareceres y experiencias, las cuestiones de mayor actualidad, relacionadas con el misterio de la Eucaristía, fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia”.
Para facilitar la discusión, los Padres Sinodales serán invitados a seguir un orden temático en la exposición de sus intervenciones, según la estructura del Instrumentum laboris. También ha sido reducido el tiempo de las sesiones de los 12 Círculos Menores para la elaboración de las propuestas. “A este respecto -ha dicho Monseñor Eterovi´c- no dejará de aconsejarse a los padres sinodales que formulen propuestas breves y concisas, de manera que cada una de ellas contenga un único tema”. En la próxima Asamblea General tomarán parte también un grupo de Oyentes, hombres y mujeres, un grupo de Expertos y los Delegados fraternos, representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales, cuyo número se duplicará pasando de los 6 anteriores a los 12 actuales. Previstas, además, otras novedades para el desarrollo de los trabajos de la Asamblea y para la actualización de los instrumentos técnicos en el aula del Sínodo: iluminación, servicios tele-vídeo, votación electrónica para las cuestiones de menor alcance, etc.
La celebración de la XI Asamblea General Ordinaria coincide con el 40 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos; dicho importante acontecimiento se celebrará con una particular sesión articulada en dos intervenciones, de índole teológica y jurídica, sobre la naturaleza del Sínodo de los Obispos, a la que seguirán 7 comunicaciones relativas a los 8 Sínodos Especiales que han tenido lugar.
El Subsecretario del Sínodo de los Obispos, Monseñor Fortunato Frezza, ha pues ilustrado el Instrumentum laboris, que tienen por título, obviamente, el del argumento sinodal: “La Eucaristía, fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia”. La materia se presenta dividida en 4 partes, incluyendo el prólogo con introducción y la conclusión. “Inserido inicialmente el tema en el alvéolo de la doctrina tradicional y también del Magisterio contemporáneo, del misterio eucarístico se recuerda la exaltación perseguida con la proclamación del Año de la Eucaristía, que culminará precisamente con la celebración del Sínodo -ha explicado Monseñor Frezza-. En cada una de sus partes, la Eucaristía se contempla en 4 ámbitos originarios: el mundo, la Iglesia, la vida de la Iglesia y la misión de la Iglesia. Como coronación del escrito llega la llamada a la fuerza transformadora de la Eucaristía y a la intercesión de los santos, entre los que resplandece la Madre de Dios”.
Deteniéndose a ilustrar el tema de la misión de la Iglesia en relación con la Eucaristía, Monseñor Frezza ha dicho: “El envío misionero a evangelizar a todos los pueblos confiado por Jesús a los discípulos y fundado en el Bautismo, como sacramento que abre el camino a una nueva vida señalada por el carácter indeleble de hijos de Dios, comprende la formación de la conciencia a un estilo de vida evangélico centrado en el anuncio de la Buena Nueva y en el mandamiento nuevo del amor, del que la Eucaristía es fuente inagotable. Por ello el mandato misionero de evangelizar lleva consigo las profundas implicaciones sociales de la caridad del anuncio y de la caridad de la solidariedad. El alma de esta caridad eclesial es el cuerpo eucarístico del Señor, que hace la Iglesia y une el pueblo terreno a la Iglesia celestial de los santos. Con la liturgia, acto de la Iglesia entre las gentes, se ejercita desde siempre una misión especial, la de la accesibilidad de las formas litúrgicas para los discípulos de las innumerables culturas humanas. Por último, unas típica actitud de la misión es la búsqueda de la paz efectuada a través de la celebración de la Eucaristía, signo de unidad, vínculo de amor, voz de perdón, como también llamamiento insistente a la unidad de todos los discípulos del Señor”.
(S.L.) (Agencia Fides 7/07/05)


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