ASIA/TAGIKISTÁN - Legalizar las uniones homosexuales “es algo ridículo de por sí, ofensivo para la familia y sobre todo para los niños” afirma el Superior de la Misión de Tayikistán. “Nuestros fieles nos preguntan cómo explicar a nuestros hijos una aberración de ese tipo”

miércoles, 6 julio 2005

Dushanbè (Agencia Fides) - “La comunidad católica de la Misión de Tayikistán manifiesta su profunda preocupación por la propuesta de ley que legaliza las uniones entre homosexuales y el derecho a la adopción de niños. Desgraciadamente, el Parlamento español ha votado en estos días en favor de esta ley, pese a que la gran mayoría de los españoles no estuviera de acuerdo”; lo afirma el Padre Carlos Avila IVE, Superior de la Missio Sui Iuris del Tayikistán, en una nota enviada a la Agencia Fides para manifestar su pesar e indignación frente a lo que está sucediendo en España.
El misionario afirma que frente a las noticias que se difunden y que nos dejan a todos perplejos y disgustados, la comunidad católica de Tayikistán se siente obligada, en conciencia, a manifestar su propio desacuerdo sobre la campaña contra la familia, y a dar testimonio del Evangelio de la vida y de la familia: “Los derechos sagrados de la familia y de los niños no se someten a voto, sino que se defienden y promueven”, puntualiza el Padre Carlos.
“Nuestros fieles nos preguntan cómo puede suceder una cosa así. También nuestros hermanos de confesión musulmana nos preguntan qué está sucediendo. ¿Por casualidad se está perdiendo la razón y el recto juicio en este mundo? Mis vecinos me han dicho: “legalizar las uniones homosexuales es algo ridículo por sí mismo, ofensivo para la familia y sobre todo para los niños”. Una fiel afirmaba con dolor: “Padre, cuando vemos las marchas de orgullo homosexual tenemos que apagar el televisor porque es un escándalo para toda mi familia”. “Otros dicen que es una vergüenza y preguntan cómo explicar a sus hijos una aberración de ese tipo”.
En la carta que ha enviado a la Fides, el Padre Avila subraya que también los musulmanes concuerdan en rechazar una ley que equipara las uniones homosexuales al matrimonio, porque “no se trata de una cuestión política o confesional, sino de buen sentido, sano y común. Lo que se pretende legalizar es contrario a la ley natural y en ninguna circunstancia, ni de tiempo ni de cambio cultural, puede ser aceptado.
Menos que nunca se puede aceptar la imposición de que tales uniones homosexuales se llamen “matrimonio”. Los niños necesitan un padre y una madre; no dejemos a los niños aún más indefensos de lo que lo son ya.”
Como conclusión de su carta, el Padre Avila asegura que la comunidad católica de Tayikistán continuará acompañando con la oración a todos los españoles y a todos los hombres de buena voluntad que viven en aquella noble nación, especialmente a aquéllos que tienen la gran responsabilidad de proteger el bien de los pueblos y de salvaguardar los valores de una sociedad justa, fundada en el respeto de la ley natural, de las sanas y buenas costumbres, que Dios ha inscrito en el corazón de todos los hombres. “Suplicamos a nuestro Señor y a su Santa Madre, la Virgen María, para que no permitan esta aberración y discriminación contra los derechos de la familia y de los niños”.
(R.Z.) (Agencia Fides 6/07/05)


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