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Phnom Penh (Agencia Fides) - Abandonar el ímpetu de violencia, sanear las heridas y las divisiones , reconciliarse; éstas las palabras de orden que han caracterizado el Domingo de la reconciliación con la comunidad aborigen, celebrado el 3 de julio en Palm Island, en el norte de la ciudad de Townsville, capital de Queensland, provincia nororiental de Australia.
Usada en principio como colonia para leprosos, Palm Island es hoy lugar de residencia de la más amplia comunidad aborigen de Australia, con 4.000 indígenas divididos en 42 tribus. La comunidad aborigen local sufre de los problemas que los indígenas afrontan hoy en todo el país: alcoholismo, droga, abusos domésticos, desempleo juvenil, criminalidad. El pasado noviembre, el descontento y la tensión social degeneraron en enfrentamientos abiertos entre los aborígenes y la policía local. La isla ha sido declarada recientemente como uno de los lugares más violentos de la nación australiana.
Después de estos acontecimientos, las cuatro confesiones cristianas presentes en Palm Island, entre ellas la Iglesia católica, se han activado a nivel ecuménico para promover una mayor cohesión social y una obra de reconciliación. Durante la celebración del 3 de julio un gran cortejo pacífico atravesó la isla tocando cuatro iglesias de diversas confesiones y acogiendo en su interior aborígenes y blancos unidos por un mismo ideal de paz y de reconciliación.
“Se ha dado una nueva esperanza al movimiento ecuménico de la isla y a la armonía social entre la población”, ha comentado a la Fides el Padre Tony O’Brien, de los Misioneros del Sagrado Corazón de Palm Island. “Estamos trabajando por la unidad de la Iglesia y de la sociedad de la isla. Me he quedado sorprendido de la facilidad con que la gente ha desarrollado el diálogo y las relaciones amistosas, en el recíproco respeto. El deseo de unidad se advierte con mucha fuerza”. (P.A.) (Agencia Fides 4/07/05)
