VATICANO - Benedicto XVI recuerda la importancia de que “toda la comunidad cristiana proclame, enseñe y testimonie integralmente las verdades de la fe, de la doctrina y de la moral católica de manera unánime y acorde”. El deseo de que el G-8 ponga en acto medidas concretas para la erradicación de la pobreza y la promoción del auténtico desarrollo de África.

lunes, 4 julio 2005

Ciudad del vaticano (Agencia Fides) - “Queridos hermanos y hermanas, ¡qué necesidad hay de que al inicio de este tercer milenio toda la comunidad cristiana proclame, enseñe y testimonie integralmente las verdades de la fe, de la doctrina y de la moral católica de manera unánime y acorde! Que a la esperada renovación de la catequesis y de la evangelización pueda también contribuir el Compendio del Catequismo de la Iglesia Católica, para que todos los cristianos -niños, jóvenes y adultos, familias y comunidades- dóciles a la acción del Espíritu Santo, se conviertan en sus respectivos ambientes en catequistas y evangelizadores, ayudando a los demás al encuentro con Cristo”. Éste el deseo formulado por el Santo Padre, Benedicto XVI, al término de su discurso del domingo 3 de julio antes de recitar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Papa recordó, en particular, la reciente presentación del “Compendio del Catequismo de la Iglesia Católica”: “Hace varios años que se advertía la necesidad de un catequismo breve que resumiera de manera sencilla pero completa todos los elementos esenciales de la doctrina católica. La divina Providencia ha hecho que este proyecto se cumpliera el mismo día en que se ha iniciado la causa de beatificación del amado Juan Pablo II, que le dio un impulso determinante...En el Compendio, en un diálogo ideal entre maestro y discípulo, se sintetiza la más amplia exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica contenida en el Catequismo publicado por mi venerado predecesor en 1992”.
Tras la oración mariana, el Santo Padre citó el próximo Vértice de los jefes de Estado y de Gobierno de los países más industrializados del mundo, que verá su inicio el 6 de julio en Gleneagles (Escocia) y que tendrá por prioridad a África, “un continente a menudo olvidado”. Benedicto XVI, deseándole a esta importante reunión un éxito total, manifestó además su deseo de que “ésta logre que se compartan con solidaridad los costes de la reducción de la deuda, que se pongan en acto medidas concretas para la erradicación de la pobreza y que se promueva un auténtico desarrollo de África”. (S.L.) Agencia Fides 4/07/05)


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