ASIA/FILIPINAS - Crisis política en el país: la presidente Arroyo y miembros del gobierno implicados en escándalos de corrupción y fraude electoral

jueves, 30 junio 2005

Manila (Agencia Fides) - Está en acto en Filipinas una crisis política que ve implicados a líderes políticos de máximo nivel: la presidenta Gloria Arroyo, su "first gentleman", numeroso ministros del gobierno. Los partidos de la oposición y miembros de la sociedad civil protestan por presuntos fraudes en las elecciones del pasado año, que dieron la victoria a Arroyo. Además la familia de la presidenta se encuentra implicada en otro caso que tiene como protagonista al "first gentleman" José Miguel y al ministro de agricultura Arthur Yap. Después de acusaciones de corrupción, cuotas y evasión fiscal relacionada con el mercado del juego de azar ilegal "jueteng" (una lotería clandestina muy difundida) el marido de Arroyo ha anunciado su "destierro voluntario en Estados Unidos por un largo período, mientras que el ministro Yap ha presentado su dimisión.
Los dos acontecimientos, que ocupan las primeras páginas de la prensa filipina desde hace días y han creado un movimiento popular de opinión contrario a Arroyo, están causando un terremoto político en el país. Arroyo se enfrenta quizás a la peor crisis desde que se encuentra en el gobierno de Filipinas, y el peso, la moneda nacional, se encuentra en su valor más bajo de los últimos cinco meses. Para hacer frente a la situación, Arroyo habría decidido proceder a un reajuste en el seno del gobierno, con el alejamiento de numerosos ministros y de dos funcionarios cercanos al marido.
Contribuye también el abandono de Roilo Golez, ex consejero para la seguridad nacional, que ha comunicado su decisión a la Cámara manifestándose fuertemente decepcionado por la acción de la presidencia.
En todo caso la apertura de un procedimiento de "impeachment" es considerada poco creíble: corresponde en efecto a la Cámara de los diputados nombrar una comisión de investigación para una eventual destitución del presidente. Y el Lakas, el partido de Arroyo, detienta la mayoría en la Cámara y el Senado.
A todo eso se suman la grave situación de la economía y las recurrentes voces de golpe de estado o sublevaciones populares que circulan por Manila, y que hacen que la tensión social en el país sea aún más fuerte. En cuanto a la amenaza de golpe de estado, las fuerzas armadas, que han tenido un papel central en los trastornos políticos registrados en Filipinas en el pasado, han prometido que permanecerán "apolíticas" y, por boca del jefe de estado mayor de defensa, general Efren Abuj, han asegurado su apoyo al poder constituido. (PA) (Agencia Fides 30/6/2005 Líneas: 32 palabras: 430)


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