ASIA/BANGLADESH - "Las autoridades y los musulmanes bengalíes aprecian la comunidad católica, muy comprometida en el campo de la instrucción": entrevista de Fides a Su Exc. Mons. Paul Tschang In-Nam, Nuncio Apostólico en Bangladesh

martes, 28 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Es un país que sólo salta a las portadas de las crónicas internacionales en los casos de desastres naturales o por la triste primacía negativa de la miseria, al estar en los últimos puestos en la clasificación del bienestar del desarrollo a nivel mundial. Pero, en el retrato que hace Su Exc. Mons. Paul Tschang In-Nam, coreano, Nuncio Apostólico en Dacca, en un coloquio con la Agencia Fides, Bangladesh se revela más por sus antiquísimas tradiciones culturales, por el carácter pacífico y laborioso de su gente, por el compromiso valiente en desarrollar formas alternativas de economía como el experimento ya consolidado del "microcredito", que da un rostro bien diferente de lo que se ve generalmente en los medios de comunicación. Bangladesh, subraya el Nuncio, no es sólo pobreza, fundamentalismo o emigración masiva.
El país también es conocido por ser uno de los países musulmanes más populosos al mundo: de 140 millones de habitantes, los creyentes en el Islam son más del 85%. La situación política cuenta con dos partidos mayoritarios: "Bangladesh National Party" (BNP) actualmente en el gobierno, con la líder Khaleda Zia y el "Awami League", en la oposición. El BNP gobierna con una coalición de que forman parte otros 3 partidos, de los que 2 son de inspiración islámica, que tienen en su programa la introducción en Bangladesh de un régimen islámico de tipo fundamentalista."
Mons. Tschang En-Nam afirma: "Pero no creo sino este diseño pueda realizarse: la clase media bengalí, aún siendo musulmana, es tolerante, abierta, moderada y de momento quiere mantener la arquitectura de estado laico, conforme a la larga tradición cultural y religiosa de los bengalíes. Los miembros del BNP comparten la actitud de respeto hacia las minorías: lo demuestra la propuesta de ley sobre la blasfemia, (según el modelo pakistaní) presentado en el Parlamento desde el 2004, que ha sido retirado por las presiones dentro y fuera del país."
El país a menudo se ve agitado también por manifestaciones de protesta y huelgas: "La tensión social - explica el Nuncio - depende de la pobreza. El país tiene un PIB per capita de unos 300 dólares el año, tiene una fuerte dependencia de los países donadores, especialmente de la Unión Europea, EE.UU. y Canadá, y se enfrenta con el grave problema del paro juvenil (considerando la edad mediana muy baja de la población). Es además uno de los países con la densidad más alta del mundo: en140.000 km2 viven cerca de 140 millones de personas. A pesar de los esfuerzos del gobierno, está muy difundida la malnutrición, y hay por las calles muchísimos pobres y mendigos."
Por ello, Bangladesh debe ser acompañado por la comunidad internacional hacia un autentico desarrollo económico: "El país es esencialmente agrícola, pero su hidrografía, con los frecuentes aluviones, no ayuda a la producción y por tanto, la agricultura es de subsistencia. El experimento del Microcrédito de Yunus, el llamado "banquero de los pobres” ha dado una contribución admirable: es una apuesta vencida, pero en todo caso continua siendo útil a un pequeño porcentaje de la población y no alcanza a la gran mayoría. Es una iniciativa que ha dado buenos resultados de desarrollo y crecimiento y se debe incrementar, pero por ahora es como una gota en un mar."
En este contexto es donde trabaja la Iglesia bengalí, muy activa en numerosos campos, sobre todo en la instrucción. En efecto la tasa de analfabetismo oficial es del 40%, pero la real alcanza, según numerosos indicadores, más del 70% de la población. "Por ello - dice a Fides Mons. Tschang In-Nam - los esfuerzos de la Iglesia se han concentrado en el sector de la instrucción: dirigimos más de 500 escuelas, entre elementales, medias y superior, y esta obra recibe el aprecio de las autoridades gubernativas y de la población civil, sobre todo de los musulmanes que disfrutan de las estructuras católicas. Los institutos católicos no son vistos cómo un peligro para la identidad cultural y religiosa de los jóvenes musulmanes, en cuánto que la instrucción es laica y la enseñanza de la religión cristiana sólo se imparte a los estudiantes católicos."
Otro sector en el que la comunidad católica se distingue es de la asistencia médica: "En cada parroquia, misión, escuela, hay un dispensario o una clínica, a menudo gratuita. La asistencia sanitaria en efecto no llega a todo el país y los centros católicos a menudo suplen la ausencia de estructuras públicas, especialmente con el trabajo de las congregaciones religiosas."
En un país de amplia mayoría islámica, el diálogo interreligioso es muy importante, subraya el Nuncio: "La comunidad civil ha rechazado a menudo las amenazas del fundamentalismo. Cuando en el 2004 una milicia islámica tomó en mano el orden público en la zona Noroeste del país (tomando el puesto de la policía) la comunidad civil protestó y el grupo fue declarado ilegal. Fue un signo claro y una tutela para toda la nación. El diálogo Islámico-cristiano es abierto y continúa a nivel de líderes, sobre todo en la clase social intelectual. Entre la gente común a menudo los musulmanes se benefician de las ayudas sociales y médicas de los cristianos, y, por tanto, se establecen buenas relaciones. La actitud global refleja cierta tolerancia hacia las minorías no musulmanas, aunque no faltan algunos episodios de intolerancia."
"La evangelización del país - continúa el Nuncio - continua sobre todo entre los tribales. En efecto, la Constitución garantiza la libertad de religión pero si un musulmán quiere convertirse a otra fe la presión de la familia y de la sociedad es muy fuerte, y por tanto, es muy difícil. El gobierno, aunque no está escrito expresamente en la Constitución, cree su deber mantener intacta la población musulmana. La obra de la Iglesia es muy limitada pues el procedimiento para conseguir los visados de entrada de los misioneros es lento y difícil. Entre las congregaciones misioneras más activas, están los Javerianos, el PIME, los Misioneros de la Santa Cruz (rama masculina y femenina), las Religiosas de la Madre Teresa, los Maristas, las Salesianas, los Luigine, las Blue Sisters de Charles de Foucauld y numerosos otros institutos que desarrollan un óptimo trabajo, muy comprometido en el campo social. La Iglesia en Bangladesh continua siendo una pequeña minoría, la comunidad católica cuenta con 280.000 fieles, que dan testimonio del amor a Cristo."
El Nuncio concluye su coloquio con Fides contando parte de su vivencia: "Estoy agradecido al Señor por poder demostrar a este pueblo el afecto y la cercanía del Santo Padre a través de mi presencia. Además se ha establecido un puente entre la Iglesia coreana y la bengalí: las congregaciones religiosas coreanas envían misioneros en Bangladesh. Está pendiente la llegada de 4 misioneros coreanos, y el Seminario mayor de Dajeon propone ofrecer 2 becas cada año a seminaristas bengalíes, y Caritas coreana financia en el país proyectos en el campo social."
(PA) (Agencia Fides 28/6/2005, Líneas: 80 Palabras: 1178)


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