VATICANO - Benedicto XVI en la presentación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: "Este Compendio constituye hoy un renovado anuncio del Evangelio… dé un nuevo impulso a la evangelización y a la catequesis"

martes, 28 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “No se trata ciertamente de un nuevo Catecismo, sino del Compendio que refleja fielmente el Catecismo de la Iglesia Católica, que continua por tanto siendo tanto la fuente para comprender mejor el Compendio como el modelo al que mirar continuamente para hallar la exposición armoniosa y auténtica de la fe y la moral católica, y el punto de referencia, que debe estimular el anuncio de la fe y la elaboración de los catecismos locales." Lo ha afirmado esta mañana el Santo Padre Benedicto XVI, durante la presentación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. "Hoy, en esta víspera de la Solemnidad de los SS. Pedro y Pablo, a cuarenta años de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II, experimento gran alegría - ha dicho Benedicto XVI - al entregar este Compendio, aprobado por mi, no sólo a todos los miembros de la Iglesia, aquí significativamente representados, en los distintos componentes, por todos vosotros que participáis en este solemne encuentro. Sino, que a través vuestra,... deseo entregar idealmente este Compendio también a toda persona de buena voluntad, que desee conocer las insondables riquezas del misterio salvador de Jesucristo."
El Santo Padre ha recordado la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, en 1992, y la exigencia manifestada desde diversas partes de "un catecismo en síntesis, breve, que contuviera todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe y la moral católica, formulados de una manera simple, accesible a todos, clara y sintética". De esta exigencia se hicieron intérpretes, en octubre del 2002, los participantes en el Congreso Catequístico internacional, que presentaron una explícita solicitud en este sentido a Juan Pablo II, quien dispuso la preparación de tal Compendio en febrero del 2003. Han sido dos años de intenso y provechoso trabajo - ha dicho el Papa Benedicto XVI -, que ha visto también la implicación de todos los Cardenales y Presidentes de las Conferencias Episcopales, los que, interpelados sobre uno de los últimos proyectos del Compendio, han expresado, en su mayoría, una valoración muy positiva."
"Este Compendio constituye un renovado anuncio del Evangelio hoy” ha subrayado el Santo Padre. Siguiendo la estructura cuatripartita del Catecismo de la Iglesia Católica, el Compendio presenta a "Cristo profesado como Hijo Unigénito del Padre como perfecto Revelador de la verdad de Dios y como definitivo Salvador del mundo; Cristo celebrado en los sacramentos como fuente y apoyo de la vida de la Iglesia; Cristo escuchado y seguido en la obediencia a sus mandamientos como fuente de existencia nueva en la caridad y en la concordia; Cristo imitado en la oración como modelo y maestro de nuestra actitud orante respecto al Padre."
Por medio de la forma de dialogo se busca proponer un diálogo ideal entre el maestro y el discípulo, además este género lleva a abreviar notablemente el texto, reduciéndolo a lo esencial, favoreciendo la asimilación y la memorización de los contenidos. En el texto se insertan imágenes para ilustrar el contenido doctrinal: "Imagen y palabra se iluminan así recíprocamente. El arte siempre 'habla', al menos implícitamente, de lo divino, de la belleza infinita de Dios, reflejado en el icono por excelencia: Cristo Señor, Imagen del Dios invisible. Las imágenes sagradas, con su belleza, son también ellas anuncio evangélico y expresan el resplandor de la verdad católica, mostrando la suprema armonía entre lo bueno y lo bello, entre la vía veritatis y la vía pulchritudinis." El texto incluye al final un apéndice, constituida por algunas ruegos comunes para la Iglesia universal y algunas fórmulas catequísticas de la fe católica.
Al término de su discurso el Santo Padre ha expresado el deseo de que este Compendio "sobre todo don que Dios hace a la Iglesia en este tercer milenio, dé un nuevo impulso a la evangelización y a la catequesis, de las que dependen 'no sólo la extensión geográfica y el aumento numérico, sino también, y más todavía, el crecimiento interior de la Iglesia, su correspondencia al diseño divino' (CCC n. 7). (S.L) (Agencia Fides 28/6/2005, Líneas: 49 Palabras: 696)


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