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Lomé (Agencia Fides) - "La Iglesia togolesa querría hacer a la Iglesia italiana, el don de la propia liturgia alegre, de la vitalidad de sus comunidades en hacerse cargo de sí mismos, de la valorización del laicado, de la capacidad de soportar una situación materialmente difícil (paro, pobreza, enfermedades,…) poniendo su esperanza en Dios Padre que no abandona a sus hijos. Pero la Iglesia del Togo pide también más que un simple gesto de solidaridad: hacer conocer a la opinión publica el momento aparentemente sin salida, que está viviendo; ayudar a las comunidades locales a contar con lugares de culto suficiente; apoyar a la Iglesia nacional a expresarse a través de los medios de comunicación social capaces de reaccionar a la desinformación dominante, a las lisonjas de movimientos filosóficos alienantes y al espejismo del progreso técnico que corroe los valores tradicionales."
Es un trozo del Mensaje final redactada por los participantes en el encuentro promovido por la Conferencia Episcopal del Togo y la Conferencia Episcopal Italiana, que se ha desarrollado en el "Centro de espiritualidad Leon XIII" en Agoenyivé (Lomé) de las Hijas de la Caridad-Canosianas, del 6 al 9 de junio del 2005. Esta nueva etapa se introduce en una serie de encuentros análogos, promovidos por la Iglesia italiana por medio de la Oficina de Cooperación Misionera y las Iglesias locales, que en los últimos años han tenido lugar en Albania, Líbano, Filipinas, Tailandia, Argentina, Senegal, Kenia, Guinea Bissau, R.D. Congo y Perú.
En el encuentro togolés, en el que han participado 34 misioneros italianos que trabajan en el País africano, se ha expresado el reconocimiento por todo lo realizado hasta el momento a favor de sacerdotes y religiosas del Togo que han podido formarse en Italia o han sido acogidos en los Institutos de fundación italiana.
Como recuerda el Mensaje, durante los trabajos un sacerdote, profesor en el Seminario Mayor y el Arzobispo de la capital, Su Exc. Mons. Philippe Fanoko Kpodzro, han ayudado a los participantes "a interpretar mejor y a vivir el momento histórico que el País y la Iglesia del Togo están viviendo" después de las elecciones presidenciales del 5 de febrero del 2005, tras la muerte de Gnassingbe Eyadema, que tuvo en sus manos durante 38 años el poder absoluto y militar. No se ha producido el cambio esperado y las tensiones que se han seguido han provocado 850 muertos, pero podrían ser el doble y 30.000 prófugos. La situación política está bloqueada, económicamente el País parece estar a la merced de todos y de todo, la esperanza de vida se mantiene en 47/48 años, la movilidad interior se resiente de las pésimas condiciones de las carreteras los medios de comunicación social son sólo instrumentos de propaganda y desinformación, el orden público está en manos del ejército.
Esta difícil situación compromete a la Iglesia a sostener "la esperanza de un pueblo reducido al límite del desaliento y la desesperación". La joven Iglesia del Togo (la primera Misa fue celebrada por los misioneros Verbitas en la playa de Lomé el 28 de agosto de 1892) cuenta hoy con 7 diócesis, más de 400 sacerdotes autóctonos y numerosos religiosos y religiosas locales, además de no pocos evangelizadores extranjeros. Los participantes en el encuentro subrayan la conciencia de que es necesario insistir hoy en una evangelización más inculturada, "insistiendo principalmente en la llamada al bien común, defendiendo la libertad de los pobres y buscando la verdad, la paz y la justicia. La pobreza y el sufrimiento de este momento hacen madurar tanto a los individuos como a las comunidades y llevan a una vida religiosa y espiritual más fuerte, una intensa oración por la paz y mayor cercanía del clero a la gente." Se pide a los misioneros que se comprometan más por el crecimiento de la Iglesia local y el dialogo con la religión tradicional y con el Islam. (S.L) (Agencia Fides 22/6/2005 - Líneas: 48 Palabras. 684)
