VATICANO - Benedicto XVI a los Obispos de Madagascar en visita Ad limina: "Ayudad a los fieles a adquirir una fe iluminada, arraigada en el encuentro íntimo con Cristo. La inculturación de la fe en la cultura malgache continua siendo un objetivo importante"

lunes, 20 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "¡Deseo a todo el pueblo malgache vivir en la paz de Dios y seguir edificando con coraje una sociedad cada vez más respetuosa del hombre y de su dignidad!" Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los Obispos de Madagascar, recibidos en audiencia en la mañana del sábado 18 de junio, con ocasión de la visita ad limina Apostolorum.
En este Año de la Eucaristía que estamos celebrando, El Papa ha invitado a los Obispos a reservar una particular atención a la celebración del misterio pascual de Cristo. "¡Por medio de vuestra vida ejemplar y de vuestra enseñanza, colaborando activamente entre vosotros, conducid a los fieles hacia la amistad con Cristo, exhortándoles a vivir una caridad cada vez más generosa con sus propios hermanos! Es así como sustentaréis el compromiso de los laicos de vuestras Diócesis en la vida pública, en fidelidad a la vocación que han recibido."
Continuando su discurso, Benedicto XVI se ha detenido sobre la tarea del Obispo de ayudar a los fieles "a adquirir una fe iluminada, arraigada en el encuentro íntimo con Cristo" y en esta perspectiva "la inculturación de la fe en la cultura malgache continua siendo un objetivo importante. Acoger la modernidad no excluye este enraizamiento, antes bien, lo exige. Fundarse en una fe iluminada es indispensable para un progreso auténtico en la búsqueda de la unidad de los discípulos de Cristo." El Papa ha subrayado después la necesidad de fundar las relaciones fraternas entre los cristianos "en las exigencias de la identidad católica en la verdad, evitando todo gesto que pudiera no sólo turbar a los fieles, sino incluso confortar el relativismo religioso."
Respecto a los sacerdotes, los colaboradores más directos, el Papa ha invitado a los Obispos a sustentarlos en sus dificultades, siendo para cada uno un padre y una guía exigente. Desde el momento en que "el anuncio del Evangelio requiere sacerdotes de calidad desde el punto de vista tanto intelectual como espiritual y moral", es necesario dar la prioridad a una formación seria en los seminarios y a la formación permanente de los sacerdotes. Concluyendo el encuentro, el Papa ha invitado a los Obispos a saludar cariñosamente a los sacerdotes, religiosos, religiosas, catequistas y a todos los fieles de las correspondientes Diócesis: “Los animo calurosamente en el testimonio de fe y caridad que dan de Cristo, en condiciones a menudo muy difíciles, y aprecio el trabajo generoso de los misioneros. Que el Espíritu del Señor sea su esperanza y les conceda contribuir, cada uno según su propia vocación, al anuncio del Evangelio"! (S.L) (Agencia Fides 20/6/2005; Líneas: 33 Palabras. 478)


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