VATICANO - El Papa al Angelus recuerda la dolorosa condición de los refugiados: "quien quiera que se encuentre lejos del propio País sienta a la Iglesia como una patria donde nadie es extranjero"

lunes, 20 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Con ocasión de la Jornada Mundial del Refugiado, promovido por las Naciones Unidas, que se celebra el 20 de junio sobre el tema "El valor de ser refugiado", el Santo Padre Benedicto XVI ha dedicado su discurso antes de la oración mariana del ángelus, el domingo 19 de junio, a la penosa situación de cuantos deben por fuerza abandonar su patria, para huir de dificultades y peligros. "La comunidad cristiana se siente cerca de quienes viven esta dolorosa condición- ha dicho el Papa-, se esfuerza por apoyarles y les manifiesta de diversas maneras su interés y su amor que se traduce en gestos concretos de solidaridad para que quien quiera que se encuentre lejos de su país sienta la Iglesia como una patria donde nadie es extranjero".
El Santo Padre ha subrayado después la estrecha unión entre Eucaristía y atención a cuantos se encuentran en dificultades: "Quien se alimenta con fe de Cristo en la Mesa Eucarística asimila su mismo estilo de vida, que es el estilo del servicio atento a las personas más débiles y desfavorecidas.... Que el Año de la Eucaristía, que estamos viviendo, ayude a las comunidades diocesanas y parroquiales a avivar esta capacidad de ayudar las muchas pobrezas de nuestro mundo". Por último, el Papa ha confiado a la intercesión de Maria Santísima, "quien junto al esposo San José y al pequeño Jesús, conoció la amargura del destierro", a los hombres, mujeres y niños que viven la condición de refugiados, para que "encuentren en su camino acogida y comprensión."
En los saludos en las diversas lenguas pronunciados después del ángelus, Benedicto XVI ha recordado la conclusión del Congreso Eucarístico de Polonia, en Varsovia. "Durante la solemne concelebración han sido inscritos en el registro de los Beatos tres hijos de aquella noble Nación: Ladislao Findysz, Bronislao Markiewicz e Ignazio Klopotowski. Deseo que este significativo acontecimiento eclesial contribuya a reforzar el espíritu de reconciliación fraterna, fundamento necesario para la edificación de la comunión de cuantos participan en la única mesa de Cristo". (S.L) (Agencia Fides 20/6/2005; Líneas: 27 Palabras: 373)


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